El horario escolar
Muchas veces se hacen estadísticas sobre el fracaso escolar y vemos que España está en los primeros puestos. ¿A qué se debe? ¿Es que acaso los profesores no explican bien? ¿O bien los alumnos no atienden como deberían? Puede que algo de culpa tengan estos dos factores pero hay algo más: los horarios. Nuestro cerebro no está capacitado para soportar seis o más horas casi seguidas (se agradece la media hora de recreo) de explicaciones. Se deberían reducir los horarios lo suficiente como para que uno no diga: “No puedo más, me quiero ir ya” o por lo menos no tener solo media hora para descansar. En Finlandia, por ejemplo, cada clase dura 45 minutos y los otros 15 se utilizan como descanso. ¿Por qué no podemos hacer esto nosotros? ¿Es que hay miedo? En los últimos años, una de las cosas que más he escuchado sobre la educación ha sido “hacer más clases en castellano para españolizar a los catalanes” y promover la materia de Religión en las escuelas. Pero no he escuchado nada de: ¿por qué no creamos un modelo educativo como el de otros países a los que les vaya bien su sistema? Creo que alguien debería dar un golpe en la mesa y decir: hay que hacer algo.— Miquel Costa Siles.
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