H&M se enfrenta a acusaciones de racismo en Sudáfrica

Parece que el emporio de moda sueca no para de generar titulares, aunque no siempre son positivos. Pocos días después de que el mundo compartiera imágenes en que las que se desataba la locura de su clientela por hacerse con una pieza de colaboración exclusiva que la marca ha llevado a cabao con la firma francesa Balmain, H&M se enfrentaba a una acusación de racismo que no supo gestionar del todo bien.

Hace poco la cadena textil desembarcó en Sudáfrica, como han ido haciendo muchas otras de un tiempo a esta parte (sí, el país está en el punto de mira de la industria de la moda). Pero muchos sudafricanos se quejan de que las imágenes que decoran la tienda y las vallas que se exhiben en las calles solo muestran a modelos blancas.

"El marketing de H&M tienen un gran impacto y es esencia para nosotros transmitir una imagen positiva", respondieron al respecto desde la cuenta sudafricana.

Obviamente, y tras la avalancha de tweets criticando esta respuesta, la marca acaba de hacer oficial un comunicado. "H&M da la bienvenida a todas las personas interesadas en la moda, con independencia de su género, etnia o cultura"

Lo cierto es que este no es el primero ni será el último caso de falta de diversidad racial en la industria. Son muchas las top models de color que reivindican una pasarela más equilibrada en lo que a etnias se refiere. Entre ellas, destacan Naomi Campbell e Iman; ambas pertencen a la asociación Balance Diversity, capitaneada por Bethann Hardison, una modelo afroamericana de los sesenta. Los informes de la organización no dejan lugar a dudas: en los últimos cinco años, el número de maniquís de raza negra en pasarelas y campañas nunca llega al 10%.