Historia sin traidores
En todo este juego siempre hay traidores. Sin ellos la historia no avanzaría. En principio, hay 72
Hay una discusión abierta en todo el mundo, cuyo resultado no conoceremos en mucho tiempo, y es la de la primacía de los medios escritos o audiovisuales para dar cuenta de la actualidad y de su análisis. Ayer y hoy han sido días perfectos para ver la cuestión. Por supuesto, el asunto que servía de base era el de Cataluña.
La portada del martes de este periódico era como para enmarcarla, y como para sentirse orgulloso de escribir en él. La foto y el titular eran un prodigio de síntesis. Y, también, de análisis de lo que estaba pasando. Cataluña dividida, la legalidad violentada. Y banderas, muchas banderas.
Las radios y las televisiones han dedicado mucho tiempo a estos hechos, pero, como es obligado, mucho tiempo del medio pero no de quien recibe la información. Un periódico puede ser leído a mucha o poca velocidad, o con mucha o poca pluralidad en las opiniones. La radio y la televisión, por muy en serio que se hagan, no pueden dar de veras la hondura de un acontecimiento. Y, sobre todo, no puede uno enmarcarlo y colgarlo en la pared de su casa, para conmemorar un hecho que es decisivo para una persona o una comunidad.
Yo creo que la portada del martes es digna de que alguien escriba un libro. Lo importante es que ese alguien sea listo, para que nos dé cuenta de todas las complejidades que han sido superadas para llegar a construir una portada.
Y la primera es el propio acontecimiento: la de estupideces que ha sido capaz de cometer un colectivo (un pueblo, una clase política, una mafia que se llama 3%, por ejemplo) para producir ese hecho informativo. Un pueblo que ha votado democráticamente a un líder, llámese Macià o Companys, una clase política que considera que saltarse la ley forma parte del juego de la democracia, y un porcentaje que denota que ha habido alguna vez una valoración de la lealtad a la patria.
En todo este juego siempre hay traidores. Sin ellos la historia no avanzaría. En principio, hay 72.
Falta una cosa: no sale Raül Romeva. Es pronto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.