Buenos y malos profesores
Ahora que ha salido a la palestra el debate sobre la remuneración al profesorado según su calidad, creo necesario exponer cómo se infravalora la formación del docente. Soy un profesor-funcionario en Secundaria. Estoy a punto de defender mi tesis doctoral. En el departamento de Personal de Educación (de Euskadi) me comunican que aunque obtenga el doctorado ni subo en la escala funcionarial ni se me va a pagar más. Lo único que obtendré es “un punto” más. ¿Es esto un mal chiste? La Consejería de Educación entiende que contratar a un profesor con tres licenciaturas, dos diplomaturas y un doctorado es lo mismo que tener contratado a otro con una sola licenciatura. Es decir, que si solo me hacía falta una licenciatura para ser profesor de Secundaria, ¿para qué me he pasado la vida estudiando? ¿Acaso todos mis estudios no redundan en la educación que les doy a mis alumnos? Ya es hora de que se implante la carrera profesional en el ámbito educativo y se valore realmente la formación del profesorado. Una buena formación no asegura una buena calidad de la enseñanza pero la hace más probable.— Eugen Bidegain Urruzuno.