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Tentaciones

En los MTV EMA también hay pobres

Así vivimos los premios europeos de la cadena musical en Milán acompañando a Pxxr Gvng, el grupo español que ha triunfado a base de trap y reggaeton

Pxxr Gvng en los EMA, fotografiados con un Sony Xperia Z5.
Pxxr Gvng en los EMA, fotografiados con un Sony Xperia Z5.

Cuando estás en un taxi que va a 140 kilómetros por hora, con el equivalente italiano de Máxima FM atronando en los altavoces, dos miembros del grupo español que ha hecho que muchos incorporen a su vocabulario palabras como “raxeta” o “tramboliqueo” van jaleando al conductor, y éste solo dice cosas como “Fernando Alonso, ¿eh?” (léase con acento italiano), solo hay una pregunta posible: “¿Cómo he llegado hasta aquí?”. Pero, a diferencia de lo que cantaba David Byrne al frente de Talking Heads, esta vez sí que hay una respuesta. Y es muy sencilla: hemos venido a vivir los EMA de MTV, y eso es parte de lo que estamos haciendo en ese preciso instante. Aunque en ese momento no estaba claro que pudiésemos llegar hasta el final.

D. Gómez y Yung Beef, pásandolo fatal en los EMA (foto: Instagram Stage by Sony).
D. Gómez y Yung Beef, pásandolo fatal en los EMA (foto: Instagram Stage by Sony).

Afortunadamente, superamos al taxista suicida y pudimos completar un fin de semana ideado para sacar brillo a la cadena musical que ya casi no programa música. Si piensas en la ceremonia de unos premios MTV, lo primero que te viene a la mente son estrellas del pop planetario, efectos visuales, gente que canta suspendida en el aire, fuego, láseres, cañones de confeti y discursos de agradecimiento vacíos. De todo eso hubo bastante en estos EMA, pero la experiencia cambia cuando vas acompañando a Pxxr Gvng. Los autores de Los pobres tomaron el Instagram de Stage by Sony durante el fin de semana, documentando en fotos su paso por Milán. Es decir, la ciudad del Duomo, Armani, Prada, Versace o Dolce & Gabbana. Uno de los lugares de Europa con una mayor renta per capita y en el que el lujo se convierte en algo cotidiano. Allí llegaron Yung Beef, D. Gómez, Khaled y Steve Lean, y allí pudimos comprobar varias cosas. Por ejemplo, que si llevas tatuajes en la cara tienes un 85% más de posibilidades de que te pare la policía en la calle, que te cuesta un poco más de lo normal que encuentren la habitación de tu hotel, o que los porteros de los clubs nocturnos van a sentir una nueva fuerza gravitatoria que les lleva a acercarse a tu persona con frecuencia. Por suerte, los cuatro están más que acostumbrados a estos problemas (“con nosotros siempre pasa lo mismo, de entrada siempre es un ‘no”, decía Yung Beef) y la sangre nunca llegó al río Tesino.

El día anterior a la ceremonia comenzó con un paseo por el centro de la ciudad en el que aprendimos que la vida sentimental del reggaetonero es complicada y que, más que estar interesados en visitar tiendas, lo que les interesaba era ver la ciudad. Por ejemplo, una Piazza del Duomo que albergaba un escenario en el que actuaron varios artistas, entre ellos unos Duran Duran en avanzado estado de decrepitud. Mucho mejor resultó la fiesta posterior en un club de las afueras, Fabrique, en el que la combinación de barra libre más confeti en cantidades industriales acabó en triunfo. Justo después llegó el momento de fórmula 1 con el que comenzábamos esta crónica, pero todavía quedaba el día grande.

Pxxr Gvng de camino a los MTV EMA (Foto: Instagram Stage by Sony).
Pxxr Gvng de camino a los MTV EMA (Foto: Instagram Stage by Sony).

Hay muchas maneras de llegar a una ceremonia de premios, pero pocas mejores que hacerlo con un abrigo de pelo rojo hasta los pies. La diseñadora María Escoté le dejó a Yung Beef una de sus creaciones, y la entrada al Mediolanum Forum, el recinto de esta edición, fue tan triunfal como aquella vez que el rapero Cam’ron llegó a la Fashion Week de Nueva York completamente enfundado en piel rosa: cuellos dislocados, fotos, comentarios de todo tipo, más fotos e incluso quienes, directamente, se lo pedían para probárselo.

Una vez superada la entrada, pudimos ver cómo Justin Bieber arrasaba con cinco premios (incluido el de “best look”), a Jason Derulo y sus bailarines actuar subidos a unos hoverboards (esa especie de segway que se maneja sin manos) como el que hace unos días la policía de Barcelona les había confiscado a Pxxr Gvng en la Plaça dels Àngels de Barcelona, y a Pharrell Williams cerrar la ceremonia cantando Freedom en plan musical de Broadway. Todo aderezado con visuales espectaculares y una extraña pareja de presentadores: el superventas Ed Sheeran hacía el papel de superñoño, y la modelo y actriz Ruby Rose el de malota. Lo mejor, comprobar como el único que conseguía poner de pie al público fue Andrea Bocelli con su Por ti Volare.

Y, como a toda gran ceremonia le sigue una gran fiesta, eso fue lo que hicimos. Durante el afterparty oficial un hubo ni rastro de Justin ni de ninguna de las otras estrellas de la noche. En su lugar, lo que si hubo es bastante EDM, por obra y gracia de Nervo o Bloody Beetroots. Y, aunque echaron en falta algo de reggaetón, el diagnóstico final del grupo fue claro: “nos lo hemos pasado demasiado bien”. El año que viene los EMA se celebran en Rotterdam… No decimos más.

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