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“El Neng me dio la popularidad, pero también me cerró puertas”

Edu Soto ejerce el nuevo maestro de ceremonias de ‘Cabaret’. Atrás queda su faceta más cómica con la que se ganó al público en ‘Buenafuente’. Ahora explota su carisma dando el cante en el teatro y la televisión. Además presentará un programa de senderismo en La2

Elisabet Sans
Edu Soto, frente al cartel de ‘Cabaret’ del teatro Rialto de Madrid.
Edu Soto, frente al cartel de ‘Cabaret’ del teatro Rialto de Madrid. Gorka Lejarcegi

Su nombre estuvo años asociado al de El Neng de Castefa y el chándal era su uniforme de trabajo. Superado ese personaje, Edu Soto (Mataró, 1978) se ha puesto a cantar y parece entusiasmado con mostrar otras facetas además de la cómica. Compagina sus imitaciones musicales en un programa con el siempre codiciado papel de Emcee, el maestro de ceremonias del mil veces recreado Cabaret (en el madrileño Teatro Rialto). Es noche de estreno, pero el actor no muestra síntomas de nerviosismo, y eso que la inversión en el musical alcanza los ocho millones de euros.

Pregunta. ¿Impone la Gran Vía?

Edu Soto, caracterizado como Emcee.
Edu Soto, caracterizado como Emcee.

Respuesta. Con cualquier obra de teatro exhibirte te pone nervioso por si no sale bien todo en lo que has trabajado durante tanto tiempo. Pero ese riesgo a la vez es mi motivación. No soy de sufrir, no me gusta. Eso sí, la Gran Vía madrileña tiene un gran añadido, es como nuestro pequeño Broadway. Y la primera vez hace ilusión.

P. ¿Supersticiones antes de actuar?

R. No tengo manías, pero soy metódico. Si me siento en la silla izquierda de maquillaje por casualidad la primera vez, procuro que siempre sea así. Pero lo hacemos todos: en el sofá de casa, en la mesa o en la cama cada uno tiene su lado.

P. De Joel Grey a Asier Etxeandia, ¿siente el peso de sus antecesores en el papel?

R. No solo no me impone, sino que me gusta tener responsabilidad y asumirla.

P. Dice la primera frase de la obra: “Para vosotros la vida es una desilusión, olvídense: aquí dentro es maravillosa”. Muy actual, aunque se escribió hace décadas.

R. Se trata de una gran cita para empezar. Además, él dice que dentro del cabaret todo es divino, y al terminar la obra pregunta: “¿Habéis olvidado vuestros problemas? Ya os dije que todo era maravilloso”. Y acabamos de ver un drama con la subida de los nazis al poder. Es una visión muy positiva de la tragedia que vivieron y en la que vivimos hoy, no solo por la crisis sino por muchas otras crisis que veo en la sociedad. Estamos envueltos por... [silencio]

P. ¿No quiere mojarse en política?

R. En absoluto.

P. Así que no se va a posicionar…

R. Ni de política ni de fútbol ni hablar de mi familia o amigos… Me parece triste caerle mal a alguien por tu posición política o por tu equipo… Y de repente, esa persona te ve en la tele y piensa que eres un gilipollas y no te da la oportunidad de hablar. Además, hay tantos intereses ocultos en la política que todo lo que dicen está manipulado. No me creo nada de sus palabras, qué opinión puedo tener yo de una mentira.

P. Compagina el musical con Tu cara me suena (Antena 3), ¿tan bien canta?

R. El arma de doble filo de nuestro país es que conocemos a muchos artistas pero desconocemos de dónde vienen y qué hacen. He tomado unos 10 años de clases de canto, así que no es una cosa que yo descubra ahora sino que la he buscado, he hecho varios espectáculos con música y estoy preparando otro para montar en este mismo teatro a finales de año. Por suerte este es el año de cantar. Estoy en ese momento odioso de los cantantes de cuidarse mucho para estar al cien por cien.

P. ¿Qué lleva a un actor a un programa como Me resbala?

R. Lo primero que pregunto sobre un proyecto es quién va a haber a mi lado, dependiendo de eso digo que no directamente o que sí, sea el contenido que sea. Había momentos en los que eran bromas algo fáciles (como caerse —yo acabé en el hospital—), pero también las había ingeniosas y el elenco era maravilloso. Era un programa muy blanco y emitido las noches de los viernes, como ahora Tu cara me suena. Estamos ofreciendo una alternativa a lo que emitía hasta ahora, que es muy respetable, pero muchos quieren otra cosa.

Eduard Soto, caracterizado como El Neng.
Eduard Soto, caracterizado como El Neng.

P. ¿Ha superado el personaje de El Neng?

R. Me sigue persiguiendo para lo bueno y lo malo. Por un lado, te da el cariño y la popularidad para hacer una serie de trabajos pero, por otro, te cierra la puerta. Sobre todo, lo he superado en Madrid gracias a oportunidades que me han dado en el Centro Dramático Nacional [Como gustéis] y la Compañía de Teatro Clásico [El lindo don Diego]. Lo que más me dolía es que en mi trabajo no vieran más allá, que no te ofrezcan un papel distinto porque te ponen una etiqueta. Afortunadamente actores como Carmen Machi o Javier Cámara, a los que admiro, han abierto un poco ese camino. Pero es complicado.

P. ¿La vida es un cabaret?

R. Un cabaret es una montaña rusa de emociones, y la vida lo es. Y además creo que la vida es un cabaret porque la historia de cualquier persona es digna de una película, incluso la más sosa del mundo tiene un peliculón de la hostia.

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Sobre la firma

Elisabet Sans
Responsable del suplemento El Viajero, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en secciones como El País Semanal, el suplemento Revista Sábado y en Gente y Estilo. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Ramón Llull de Barcelona y máster de Periodismo EL PAÍS.

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