Un vestido de último ‘grito’ para Angélica Rivera

La primera dama de México, Angélica Rivera, eligió vestir de diseñador mexicano para la fiesta nacional. Durante la celebración del grito de Independencia ha lucido un vestido color marfil de corte imperio con bordados de Alejandro Carlín. Rivera acompañó la noche del martes al presidente Enrique Peña Nieto en el balcón del Palacio Nacional y desfiló por lo salones de la sede presidencial de vuelta en un estilo sobrio.

La también actriz fue muy criticada en 2013 por presentarse a la fiesta de Independencia con un vestido del dominicano Óscar de la Renta. Entonces, Rivera usó un diseño de corte sirena en rosa y azul marino con un moño en la espalda. Las críticas no solo le llovieron por atreverse a usar una prenda de un diseñador extranjero, sino también por su coste de 6.290 dólares.

Este es el tercer año en que la pareja Peña Nieto-Rivera encabeza las celebraciones de la fiesta nacional. Su primera presentación fue en 2013 y la primera dama eligió al mexicano Benito Santos como el artífice de su ajuar: un vestido largo verde de encaje con transparencias en los brazos.

Desde entonces Santos, que también viste a la ex Miss Universo Ximena Navarrete, se ha convertido en diseñador de cabecera de la primera dama mexicana. Sus creaciones viajaron con la primera dama a Londres y París en las visitas oficiales del presidente Peña Nieto.

El estilo de Rivera también estuvo bajo los focos durante la visita de los Reyes de España a México en junio. Entonces su vestimenta fue comparada con la de la Reina Letizia que fue fiel a los diseños de Felipe Varela, mientras que la primera dama mexicana no consiguió marcar una tendencia entre todas la prendas que lució.

Carlín, el sofisticado

El modista mexicano Alejandro Carlín ha vestido a famosas como Paris Hilton, Paulina Rubio, Eva Longoria, Ana de la Reguera y Chiara Ferragni. Tiene su taller en Monterrey (Estado de Nuevo León, norte de México) y se ha introducido con mucha fuerza en los últimos años en la escena del diseño en México y América Latina. Sin duda, vestir a la primera dama en la fiesta más importante del año es un gran escaparate para creaciones.