A los españoles
Mas pretende hablar por toda Cataluña sin respeto a su papel institucional
Desde hace casi cuatro décadas es habitual en EL PAÍS publicar polémicas, controversias y opiniones dispares respecto a la línea editorial del periódico o contradictorias entre sus colaboradores. Los únicos límites que hemos puesto a dichos debates son el mutuo respeto a los pronunciamientos ajenos y una mínima corrección (cuando no calidad) argumental en los artículos.
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Ninguna de estas dos premisas reúne la carta A los españoles que hoy aparece en nuestras páginas firmada por los integrantes más conocidos de la lista Junts Pel Sí que se presenta a las elecciones autonómicas de la comunidad catalana del próximo día 27. Ni respeta la opinión del otro cuando se refiere al artículo que quiere rebatir como un “libelo incendiario” (nuestro periódico no publica en ningún caso libelos), ni su argumentación —que reproducimos literalmente— resiste el más ligero análisis razonado o una crítica literaria por benévola que sea. Y lo decimos con asombro y pesar porque entre los firmantes hay profesores de universidad, políticos de recia estirpe y hasta un poeta y cantautor de reconocida altura. Si de todas formas hemos decidido ponerlo en conocimiento de nuestros lectores es por rendir tributo a la pluralidad que siempre hemos practicado y por el indudable interés político que la misiva encierra.
No vamos a insistir en nuestros pronunciamientos sobre el fondo de la cuestión debatida (las elecciones pretendidamente plebiscitarias y los reclamos de independencia) sobre los que hemos comentado y comentaremos en el futuro sobradamente. Pero hay que poner de relieve el considerable abuso que constituye el hecho de que los firmantes del artículo se permitan hablar en nombre de Cataluña, como si solo ellos la representaran, la identificaran y la defendieran. También se arrogan, contra lo que critican, el papel de poseedores de la verdad democrática, olvidando una regla de oro de la misma, el respeto a la ley, y negando una realidad incuestionable: la Generalitat forma parte del Estado español y su presidente es el primer representante del mismo en esta comunidad autónoma.
Las elecciones del próximo día 27 las ha convocado el señor Mas con arreglo a un Estatuto y una Constitución a los que ha jurado fidelidad y que está obligado a cumplir y a hacer cumplir. Es por eso incongruente que el president acuse al Estado que él mismo representa de tratar a los catalanes como súbditos, y se presente a estas elecciones, participe en la campaña, y firme manifiestos sin tener la decencia de presentar previamente su dimisión, y poniendo los medios y el dinero público a disposición de su particular y sectaria posición política. Como ciudadano y como político es libre de pensar, proponer y promover lo que quiera. Como jefe del Gobierno constitucional de la Generalitat de Cataluña, y de los catalanes todos, independentistas o no, está obligado a respetar la norma.
Por muy grande que sea su amor a Cataluña, a España y a Europa.
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