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Tentaciones
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mundo friki

En Benidorm tienen su propio 'Juego de Tronos'

Se llama Circus Maximus y, sí, es lo que parece: un circo romano con gladiadores, espadas y un público con sed de violencia

Unos aguerridos caballeros de brillante armadura salen a la arena dispuestos a batirse en duelo. Llevan espadas, caballos y parecen fieros y fuertes. No, no se asusten, por mucho que 'Juego de tronos' se haya instalado en España para rodar su próxima temporada, la serie de HBO no tiene nada que ver en este torneo. No esperen encontrarse con Khaleesi en el palco ni con sus dragones surcando el cielo. No va la cosa por ahí. Lo que sus incrédulos ojos van a contemplar se llama 'Circus Maximus' y es una creación española. Que aquí no estamos para I+D+i pero a espectáculos en plazas de toros no nos gana nadie.

“El procónsul Quinto Cecilio Metelo de Hispania convoca los juegos del Levante. Entre sus gladiadores se encuentran soldados apresados de las tropas del general rebelde Sertorio, enfrentado a la República de Roma”. Así se anunció el primer circo romano instalado en Benidorm. La cuna del chiringuito, de los pajaritos de María Jesús, de Ylenia, del veraneo de Belén Esteban, fue la ciudad levantina elegida para que las legiones 'romanas' hiciesen de las suyas delante de un público que lejos de la túnica -y la falta de higiene del Imperio romano, no no engañemos-, apostó por la manga corta, las gafas de sol y las piernas al aire. En el foso, gladiadores con el torso al aire -los más musculados-, se batían a espada suelta para conseguir la victoria. ¿Pero esto qué demonios es? ¿Tanto hemos vuelto atrás en el tiempo con el recorte de derechos que ya andamos por el siglo I d.C.? La culpa la tiene Rajoy.

 Homoerotismo a tope

 España se ha vuelto loca y ya no sabe como invertir los largos meses de verano. Los animalistas han conseguido que terminen barbaries disfrazadas de fiestas patronales en las que se precipitaban cabras desde campanarios o se ahogaban patos en un riachuelo -aunque todavía queda un largo etcétera que resiste-, a la tomatina de Buñol hay que inscribirse y pagar para ir y las fiestas de La Paloma en Madrid son tan masivas que uno corre el riesgo de morir aplastado en pleno chotis, así que hay que echar la imaginación a volar. '¿Y si montamos un circo? Venga, pero que sea romano, con sus caballos, sus mercadillo y sus pretorianos con casco'. La compañía Legend, los encargados de montar todo el espectáculo, lleva años dando vueltas por la geografía española recreando gestas, torneos y desembarcos con cenas medievales si el cliente se lo pide. Para ello no escatiman en atrezzo y vestuario. Vamos, que como se despisten un poco acaban creyéndose parte de 'Yo, Claudio' y rehusan una bandeja de dátiles por si estuviesen envenenados -peores son los efectos del Jägger y ahí no dicen que no, ladrones-.

 Pero no crean que aquí no hay rigor histórico. “Los espectadores viajan a una época gloriosa, de la que se mantienen ilustres vestigios como el fortín del general hispano Quinto Sertorio. Allí sus tropas se organizaban contra las legiones consulares de Metelo y el General Pompeyo, enviado por la facción conservadora del Senado Romano. Partidario de los populares, desde el 83 a. C. lideró la primera Guerra Civil de la República al frente de las tribus hispanas contra el dictador Sila. El Circus Maximus honra así en Benidorm los restos de su muralla romana, descubiertos en 2013 en el yacimiento de El Tossal”. ¿Con quién van ustedes, con Sila o con Sertorio? Piénselo, ya que son los espectadores asistentes los que deciden la suerte del gladiador, como si fuese el verdadero circo romano. Ay, hombres fuertes, de torsos impolutos, presumiendo de sus grandes y firmes espadas mientras luchan ataviados tan solo con una escasa faldita. No nos digan que no es lo más homoerótico que han visto nunca. Esto sí es 'Gay of Thrones' y no la webserie porno que corre por ahí.

 'Nuestro espectáculo impresiona a padres e hijos'.

“Cada año Legend Especialistas produce los desembarcos y desfiles de las Fiestas de Moros y Cristianos de Benidorm. Sólo en 2015 ha llevado su Circus Maximus a 12 localidades de España y Portugal, y ha producido 52 espectáculos históricos de gran formato”, reza la web de la compañía. Y no contentos con eso, asegura su director que el show impresiona a “padres e hijos”. ¿Cómo que niños? De acuerdo, es teatro, pura ficción, nadie sale herido y toda la cantinela, pero, ¿no estamos adentrándonos en un juego peligroso? Los niños se encuentran sobreprotegidos en la sociedad actual. En televisión se multiplican las multas por no respetar la normativa que regula los contenidos del horario infantil, un intento de velar por la integridad de los más pequeños y que lleva a sinsentidos como no utilizar la palabra 'homosexual' cuando pueda haber menores delante del televisor -lo contó Pilar Eyre tras una de sus visitas a 'Sálvame'-. Tampoco se puede hablar de bebidas alcohólicas, juegos de azar o clubs de alterne. ¿Y luego llevamos a los pequeños a ver como dos hombres se matan -de mentira- en una plaza de toros? Algo no acaba de cuadrar.

Qué permisiva es España en algunas cosas y qué pacata en otras. Protegemos a nuestros menores de la violencia dialéctica y gestual de los tertulianos televisivos y le mostramos la muerte de un toro en plena corrida o el cuerpo a cuerpo de dos gladiadores con la excusa de recrear la historia. Les decimos que Ylenia no es el mejor ejemplo y criticamos su aparición en un evento organizado por un ayuntamiento de Canarias pero les llevamos al campo de fútbol para que griten e insulten a los árbitros y jugadores con la excusa del deporte y lo de 'el fútbol es así'. ¡Cómo se van a formar una opinión clara y coherente! ¿Y si les dejamos razonar con libertad e información y nos apeamos un poco del 'pan y circo' en su educación? Y eso es, simplemente, España. Ay, el verano, qué placeres nos depara.

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