El juez envía un forense para comprobar la salud de Caballé

Un médico forense examinará en su domicilio a la soprano Montserrat Caballé para comprobar si sus problemas de salud le impiden desplazarse al juzgado a ratificar la pena de medio año de cárcel que pactó con la Fiscalía por un fraude fiscal de medio millón de euros. El titular del juzgado de lo penal número 13 de Barcelona, que debe juzgar a Caballé, ha accedido a la petición del ministerio público de encargar una exploración médica de la soprano para acreditar si, como alega su abogado, tiene la movilidad reducida por sus problemas de salud.

El abogado de Caballé, de 83 años, solicitó hace unas semanas por escrito al juez que la soprano declarara por videoconferencia en el juicio en que debe ratificar el pacto que alcanzó con el ministerio público y la Abogacía del Estado para lograr una rebaja de la condena. La declaración por videoconferencia se trata de una situación habitual en los casos de testigos o forenses de un juicio, pero insólita tratándose de acusados. Una vez disponga de los exámenes forenses, el juez resolverá si se acepta la petición.

En los últimos meses, la soprano ha sido citada en dos ocasiones para aceptar formalmente su acuerdo con la Fiscalía: en la primera de ellas, presentó un certificado médico para excusarse, y en la segunda, el pasado 12 de mayo, no dio ningún tipo de explicación aunque su abogado compareció para informar de que había renunciado a defenderla. Casi un mes después de su incomparecencia, la diva designó a otro abogado que presentó informes médicos para acreditar que no había podido acudir al juicio debido a su delicado estado de salud.

La causa abierta a Caballé es fruto de la querella que realizó contra ella la Fiscalía de Delitos Económicos el año pasado, a la que acusaba de no haber presentado ante Hacienda la declaración del IRPF de 2010, alegando falsamente que era residente en Andorra, con lo que eludió tributar por los ingresos obtenidos en sus recitales y grabaciones. En concreto, en 2010 hizo conciertos en España, Alemania, Suiza, Italia, Lituania, República Checa, Rusia y Ucrania, así como grabaciones musicales en Moscú, Ginebra y Barcelona. En total, ingresó más de dos millones de euros, de los cuales 1,5 debían haber integrado la base imponible del IRPF.