_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las maletas

Muchos ciudadanos que han soportado la corrupción volverán a poner con su voto a esos políticos delincuentes en la cabina de mando

Manuel Vicent

En un navío o en un avión es la máquina la que impone las reglas y los pilotos, timoneles, sobrecargos y el resto de la tripulación están para servirla. Fuera del avión solo existe el vacío; fuera del navío solo está el abismo. Puede que durante el vuelo se produzcan grandes turbulencias hasta el punto que caigan las maletas sobre la cabeza de los pasajeros; puede que durante la travesía se levante un fuerte temporal que amenace con un corrimiento de carga. En casos de grave emergencia no hay forma de solucionar el problema si no es desde dentro por la propia tripulación. Sucede lo mismo en el sistema económico y político en el que navegamos sin escapatoria, unos en primera, otros en turista, unos en camarote de lujo, otros como esclavos en galeras. Los problemas hay que resolverlos desde el propio sistema, pero en este caso los pasajeros tenemos derecho a exigir, aparte de que los políticos sepan manejar las máquinas, que no nos pulan el equipaje. Es lo que ha sucedido. Mientras la crisis económica zarandeaba el sistema con peligro inminente de estrellarlo contra los Alpes o de mandarlo al fondo del mar, gran parte de la tripulación del Gobierno en el poder ha aprovechado la zozobra para desvalijar a los pasajeros y llevarse la caja. Pero el espectáculo obsceno se presenta ahora. Como si no hubiera pasado nada, muchos ciudadanos que han soportado la corrupción volverán a poner con su voto a esos políticos delincuentes en la cabina de mando. En nuestro sistema democrático la máquina manda, aunque no necesariamente debe imponer el destino. Puede que con el cambio de tripulación cambie también el rumbo del país y, si bien no es fácil que fructifique una ilusión colectiva de regeneración, no creo que sea mucho pedir que durante este nuevo viaje los políticos salidos de las urnas al menos esta vez no nos roben las maletas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_