Yo fui Laura Palmer

El cuero de los taburetes había cambiado de color. De rojo a azul. Fue el primer y sutil retazo de otra realidad, la que ideó David Lynch para su mítica Twin peaks y que transformó las pequeñas ciudades de North Bend y Snoqualmie en esa surreal ciudad que mató a Laura Palmer. Y en esa ciudad a medias mentira a medias verdad, Travis Blue, un joven adolescente que estaba descubriendo que era gay, fue confundiendo ficción y realidad hasta vivir como una Laura Palmer del mundo real.

Es la historia que ha elegido contar el director Adam Baram en su documental Northwest passage. De cómo imitó lo que ocurría en la serie hasta acercarse a gente peligrosa que podía llevarle a un destino parecido al que sufrió la protagonista de Twin peaks. De cómo Travis Blue llegó a prostituirse en el mismo bar que Laura Palmer. Una historia extrema que no acabó, por suerte, con decenas de carteles con la cara de Travis Blue repartidos por North Bend. Y que llega en el mejor momento, coincidiendo con el anunciado retorno de la serie (aunque, en principio, sin Lynch).

Para contarla, Baram ha montado un Kickstarter de 60.000 dólares (unos 53.000 euros) que continúa en marcha. Avalándolo, los productores de Room 237, el documental que se llevó premio al mejor director en el Festival Fantástico de Austin por desgranar las múltiples interpretaciones de El resplandor (el de Kubrick, no el de King). Entre las recompensas bizarras que ofrece el docu a sus backers, se encuentra un tour por las ciudades que fueron Twin Peaks con el protagonista de Nortwest Passage, Travis Blue.