La mujer perfecta para las imperfectas
La cómica Amy Schumer se ha erigido como santa patrona de toda mujer no solo imperfecta sino tan satisfecha con sus defectos como cualquier hombre
Tú piensa que a mí me da la risa
En el mundo anglosajón la ideología debe parecer algo mucho más accesible que aquí o los cómicos se les deben antojar como algo más refinado que un mero payaso. El caso es que, por alguno de estos dos aciertos, ceden con más facilidad credibilidad a ciertos comediantes como voz de la conciencia pública. Y así, en los últimos años, muchos de los más seguidos eslóganes (perdón, hashtags) y movimientos populares relacionados con temas como el feminismo, la desigualdad o la xenofobia han venido de personas que se dedican a la broma. Son lógicamente pocos e incluso se les conoce en España: Louis C. K., Tina Fey, Amy Poehler, John Oliver o Stephen Colbert hacen ese papel de agitadores que aquí solo se le permite a El Gran Wyoming (Jordi Évole tuvo que dejar de hacer bromas para poder hacer titulares). A ese Olimpo se le ha sumado este mes de abril un nuevo nombre, el de una cómica fina y rechoncha que responde por Amy Schumer y que se ha erigido repentinamente, a sus 33 años y tras lustros de experiencia, como santa patrona de toda mujer no solo imperfecta sino tan satisfecha con sus defectos como cualquier hombre. Si el estreno, la semana pasada, de la tercera temporada de su serie de sketches, Inside Amy Schumer, ya generó noticias por cómo trataba este asunto, el pasado jueves generaba algo más contundente: un trending topic.
Sombra aquí, tuit allá
Todo empezó con un sketch en el que Schumer parodiaba una de las canciones más conocidas de One Direction: What makes you beautiful, sobre cómo las chicas no necesitan maquillaje para ser perfectas. En esta versión, tras la primera estrofa, Schumer mostraba su cara al descubierto, provocando que los supuestos chicos de la boyband la instaran a cubrirse. Con ese espíritu, mitad de proclama mitad de boutade, que caracteriza a los cómicos en Internet, Schumer pidió en Twitter e Instagram que sus fans femeninas publicaran autorretratos sin maquillar con el hashtag #NenaNoNecesitasMaquillaje.
El momento Espartaco
Lo importante no son las miles de fotos que se publicaron a lo largo del jueves en ambas redes sociales: siempre hay un fenómeno con métricas superiores hoy en día. Lo importante son los granos en las caras de estos miles de mujeres. Las arrugas, la papada, las bolsas de los ojos, los brillos. Tan descubiertos y, por una vez, tan enmarcados en una sonrisa de aquí estoy yo. Las bromas, como las redes sociales, pueden entretener, pero sobre todo sirven para motivar.
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