Quién recuerda la malaria olvidada
El paludismo por el parásito 'Plasmodium vivax' afecta a más de 15 millones de personas Muy pocos lo investigan por no ser el más mortal, un equipo en Barcelona busca una vacuna
Para erradicar la malaria hay que acabar con todas las malarias. Y hay cuatro que afecten al ser humano. Las más frecuentes son, sin embargo, solo dos: las causadas por el parásito Plasmodium falciparum y el vivax. Contra el primero, el más virulento y mortal, que solo en África mata a un niño cada minuto, según la Organización Mundial de la Salud, hay una vacuna en la última fase de evaluación para poder ser comercializada tras 30 años de investigaciones de diferentes instituciones y empresas farmacéuticas. Aún sin ella, la tasa de mortalidad por paludismo en menores de cinco años se ha reducido en aquel continente un 58% respecto al año 2000 gracias a las inversiones en mosquiteras y otros mecanismos de prevención para evitar la picadura del mosquito que transmite la enfermedad. La de la malaria vivax es otra historia.
“Está totalmente desatendida”, se queja Hernando del Portillo, biólogo biólogo y Profesor ICREA especializado en parasitología e investigador en ISGlobal. Junto con la doctora Carmen Fernandez-Becerra, profesora asistente de su grupo, iniciaron hace 8 años estas investigaciones con una ayuda de la Fundación Cellex. En su pequeño despacho en Barcelona, Del Portillo explica así su interés por estudiar la malaria vivax: “No tenía sentido dejarla fuera”. Para el científico, simplemente no es lógico que se deje campar a sus anchas a este parásito que solo en 2013 atacó a 15,8 millones de personas principalmente en Asia y América Latina, según estimaciones del World Malaria Report (OMS) 2014, aunque esa cantidad represente apenas el 8% del total de casos de paludismo, 198 millones.
“No hay una financiación clara, pero ha revivido la investigación”, dice no obstante esperanzado. Recientemente, el equipo de Del Portillo ha recibido una ayuda de la Fundación Ramón Areces para continuar su estudio sobre tres enfermedades parasitarias desatendidas: la malaria vivax, la enfermedad de Chagas y la fasciolosis.Junto con él trabajarán los doctores Antonio Osuna (Universidad de Granada) y Antonio Marcilla (Universidad de Valencia).
Los fondos servirán para intentar saber más al Plasmodoum Vivax, un gran desconocido todavía. “Es resistente a los fármacos, puede provocar la muerte y se queda dormido el hígado”, resume didáctico Del Portillo lo que se sabe del parásito. En esta guerra, como en cualquiera, para ganar al enemigo es imprescindible conocerle a fondo. Y en eso se afana el equipo del científico. “Pero no conseguimos cultivarlo en el laboratorio. Si lo hiciéramos, sería todo un hallazgo, una importante herramienta”, sueña en voz alta. “Trabajamos en esto, pero está difícil. En 100 años, diferentes grupos de investigadores lo han intentado. Y nada”, detalla.
Concretamente, el equipo de Del Portillo busca una vacuna para prevenir la transmisión. "Sabemos que la célula a la que afecta es el glóbulo rojo inmaduro. Pero hay otros grupos que tienen abiertas otras líneas”, abunda.
El reto es magnífico. Para colmo de los misterios a desentrañar, al vivax le gusta instalarse en el hígado. Y ahí se queda dormido. Esto provoca que los pacientes puedan transmitir la enfermedad aunque no tengan síntomas. “Por eso es importante detectar quién es portador de este parásito. Y no sabemos nada o sabemos muy poco del estadio en el que se queda en el hígado. De momento, hemos empezado a poderlo ver”, dice.
Es resistente a los fármacos, puede provocar la muerte y se queda dormido el hígado Hernando del Portillo, investigador en ISGlobal
Cuando se despierta y da la cara, los síntomas de este tipo de paludismo son los mismos que los de las otras malarias —fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos— y que agravados derivan en anemia grave, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral, y puede igualmente causar la muerte del paciente.
A la vivax, la Wikipedia la llama la malaria benigna “porque no es tan virulenta o mortal como lo es Plasmodium falciparum, la más letal de las cuatro”, se lee en la enciclopedia online. “Pero de eso nada. Es cierto que hay menos mortalidad en cuanto a cantidad de fallecidos por ella, pero no sabemos el índice en relación a los infectados. Los datos sobre Plasmodium vivax son limitados”, resume Del Portillo.
“Si no se atiende vivax no se podrá erradicar la malaria”, repite el científico. Y no habrá victoria contra el vivax hasta que no se desvelen sus secretos. Hasta entonces, añade, hay que intentar también mitigar sus estragos. “Una persona puede estar dos semanas enferma sin poder trabajar”, advierte. Pero en este capítulo también hay mucho camino por recorrer. “La cloroquina era el mejor tratamiento pero ya se han registrado casos de resistencia al mismo. La primaquina sirve para combatir el estadio hepático, pero da problemas en las mujeres embarazadas. Hay que buscar medicamentos”, zanja.
Datos sobre una lucha global
Con motivo del Día Mundial del Paludismo 2015 este 25 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recuerda en un comunicado que el reto debe ser acabar definitivamente con esta enfermedad. Así, pide "un compromiso de alto nivel" con la vista puesta en la estrategia para después de 2015 que se presentará en mayo a la Asamblea de la Salud de la ONU y que plantea retos tan ambiciosos como reducir los casos de malaria y las muertes por esta causa en un 90% para 2030 en comparación con los datos actuales. Estos son alguno de los más destacados de los que dispone la OMS.
- La mitad de la población mundial (3.300 millones de personas) corre el riesgo de contraer malaria.
- En 2013, 198.000 millones de personas contrajeron malaria, de las que cerca de 584.000 murieron por ella, según estimaciones de la OMS. El 80% de los casos se dan en África.
- La tasa de mortalidad por malaria se ha reducido en más de un 47% desde el año 2000 en el mundo, y en un 54% en la Región de África de la OMS.
- El paludismo está causado por parásitos que se transmiten exclusivamente por la picadura de mosquitos del género Anopheles infectados.
- Gracias al aumento de las medidas de prevención y control la carga de la enfermedad se está reduciendo notablemente en muchos lugares.
- En 2014 el paludismo estaba presente en 97 países y territorios. En el último decenio, solo cuatro países han conseguido la certificación de que están libres de paludismo. La estrategia post- 2015 fija el objetivo de eliminar la enfermedad en otros 35 países para 2030.
- En España se diagnosticaron 558 casos de malaria importada en 2012, casi el doble que hace 15 años, según datos recogidos por la ONG de Desarrollo Medicusmundi.
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