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"Si algo he aprendido de Victoria es que diseñar requiere mucho tiempo"

Hablamos con David Beckham de la colección que ha seleccionado para H&M, de su mujer y de cómo un futbolista conquistó la moda

Cuando David Beckham llegó a Madrid en 2003, Pasapoga, una de esas pocas salas de fiesta míticas que todavía quedaban en plena Gran Vía, cerraba sus puertas. El ídolo del fútbol, que entonces tenía 28 años, se quedaba así sin poder probar las alegrías que ofrecía una parada esencial en la noche capitalina. Tampoco puede decirse que al David de entonces le faltaran opciones para divertirse cuando sus compromisos con el Real Madrid se lo permitían. De hecho, es posible que ni siquiera supiera de la existencia de esta local. Pero nadie puede escapar de su destino y en el de Beckham estaba hacer una visita a su otrora concurridísima pista de baile.

Cuando acepto un proyecto así me gusta involucrarme de verdad, no sólo prestar mi nombre. Diseñar es algo demasiado personal, aunque quién sabe, a lo mejor en el futuro llega el momento de hacerlo

Eso sí, el tiempo pasa y ni David es hoy un futbolista ni el Pasapoga una legendaria discoteca, aunque a juzgar por el centenar de personas que se agolpan en su puerta lo parezca. Desde 2009 la sala cambió su uso y allí se ubica ahora la flagship española de H&M, cadena de moda sueca que después de invitarle a diseñar algunas colecciones cápsula ha vuelto a contar con el británico para lanzar Modern Essentials, una selección personal de 45 prendas. “Todo el mundo tiene su propio estilo y eso es lo que hace que la moda sea algo maravilloso. Es probable que a lo largo de todos estos años haya llevado cosas que no gustaran a la gente, pero acertadas o no, siempre han sido prendas que me gustaban”, cuenta un David eternamente sonriente durante un encuentro con la prensa nacional en el que demuestra que si hay algo que sabe hace mejor que jugar el fútbol es vender. “Esta selección para H&M es muy neutra porque así es como quiero vestir ahora. Me gusta la sutileza y que no haya mucho logo, y por eso estoy convencido de que esta ropa gustará a la gente que quiere tener un trozo de mi vida”.

Esta selección es muy neutra porque así es como quiero vestir ahora. Me gusta la sutileza y que no haya mucho logo

En boca de cualquier otra estrella mundial esta última frase habría sido entonada con tristeza. Si hay algo que todos odian de la fama es la pérdida de intimidad. Pero David parece estar muy feliz en su propia piel, algo comprensible si tenemos en cuenta que el año pasado, el primero retirado del fútbol profesional, ganó 70 millones de euros gracias a su capacidad única para convertir un nombre propio en marca. “No necesitas ser rico para vestir bien, por eso he trabajado con H&M y espero que la relación continúe en el futuro. Esta colección en concreto ha sido diseñada por ellos y luego han querido contar conmigo. Vinieron con cincuenta ideas y yo me quedé con cuarenta y cinco. Si algo he aprendido viendo trabajar a Victoria, que creó de la nada un negocio muy exitoso, es que para diseñar ropa necesitas invertir mucho tiempo. Cuando acepto un proyecto así me gusta involucrarme de verdad, no sólo prestar mi nombre. Diseñar es algo demasiado personal, aunque quién sabe, a lo mejor en el futuro llega el momento de hacerlo”.

No miente el futbolista cuando presume de agenda demasiado apretada como para comprometerse con negocios a los que no puede dedicar todo el tiempo que le gustaría. Por ejemplo, por cuestiones laborales urgentes en Londres, su visita a España no le permite ni esperar un par de días para asistir al clásico Barcelona-Real Madrid. Claro que viendo la victoria blaugrana del pasado domingo igual no habría sido buena idea. “Todavía hablo con mucha gente del club y con algunos de los compañeros con los que jugaba cuando estaba aquí. Pasar cuatro años en el Real Madrid y jugar en el Bernabéu fue uno de los momentos más felices de mi carrera. Cumplí un sueño al tener la posibilidad de compartir partidos con gente como Raúl, Luis Figo, Zidane, Ronaldo, Roberto Carlos... Guardo muy buenos recuerdos de aquella época, aunque el mejor fue, sin duda, ganar la Liga”.

Todavía hablo con mucha gente del club y con algunos de los compañeros con los que jugaba cuando estaba aquí. Pasar cuatro años en el Real Madrid y jugar en el Bernabéu fue uno de los momentos más felices de mi carrera

Es posible que el inglés pudiera contar su biografía uniendo recuerdos asociados a su vida deportiva, pero lo cierto es que el resto de la humanidad lo tendría más fácil tirando de todos aquellos estilismos que marcaron época para explicar la importancia de Beckham: la cresta, la americana blanca, el pendiente de diamantes... Llevar una barba descuidada al milímetro y un tupé son sus apuestas para estos días. También un traje negro de H&M y unas Adidas Stan Smith personalizadas. Con estos cuatro elementos (y una genética igual de favorecida), cualquiera podría ser como Beckham. ¿Pero y él, cómo quien quiere ser? “Me gustaría ser mucha gente. Quizá mis hijos, porque son jóvenes, disfrutan, juegan al fútbol y tienen toda una vida por delante. Pero estoy muy orgulloso de lo que he logrado en mi carrera. La razón por la que he conseguido colaboraciones como esta con H&M es que he tenido éxito jugando al fútbol. En cualquiera de los lugares en los que he jugado, como Inglaterra, España, Italia, Francia, América... Siempre he trabajado duro y la gente lo aprecia. He sido muy afortunado”.

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