No somos víctimas, tomamos decisiones
Tengo 28 años, una carrera, un máster y desde hace tres vivo en el extranjero; y el motivo de esta carta es que estoy harto. Harto de que me compadezcan, la prensa y el mundo en general. Cierto que mi país está fatal, pero yo tomo mis decisiones. Harto del papel de víctima, del licenciado fregando lavabos, que yo también lo he hecho y aquí sigo. Aquí no atan los perros con longanizas, aquí te lo curras como en todos lados, no te regalan nada. Y en el camino te encuentras gente racista que te mira mal (lo que me recuerda a España en los noventa) y quizás me tome la cena de Navidad con un chorizo de dos libras esterlinas y una botella de sidra inglesa (soy asturiano); sin mi familia, pero es parte del juego.
Lo vuelvo a repetir, estoy harto de que me compadezcan, pero también de victimismos y lloriqueos. A mí no me han echado, quizás me han invitado a irme, pero mis decisiones las asumo. Perdonen la parrafada.— Luis Palicio Sanz.