Su tuitera majestad Isabel II

A sus 88 años, la reina de Inglaterra ha enviado este viernes a las 11.35 su primer tuit. Se quitó un guante y envió un mensaje de 135 caracteres, ante la atenta mirada del duque de Edimburgo y de los cerca de 600 invitados a la inauguración de una nueva sala, dedicada a las tecnologías de la información, en el Museo de la Ciencia de Londres. “Es un pacer inaugurar hoy la exposición La Era de la Información en el @ScienceMuseum y espero que la gente disfrute visitándola. Elizabeth R.”. Así leía el poco memorable texto que lanzó a los 724.000 seguidores de la cuenta @BritishMonarchy. Una cuenta que, al menos hasta ahora, manejaba personal de palacio.

La sala recién inaugurada, que alberga la primera exposición permanente dedicada en Reino Unido a la de historia de la información y las tecnologías de la comunicación, supone el primer proyecto de un ambicioso plan de transformación del museo, que en los próximos años abrirá nuevas salas dedicadas a las matemáticas y otra a la historia de la medicina. La Era de la Información ofrece un recorrido por 200 años de innovaciones en la comunicación, desde el telégrafo hasta Twitter, pasando por la televisión o el correo electrónico.

Una historia en la que, según Ian Blatchford, director del Museo de la Ciencia, Isabel II posee un rico historial de innovadora. “La reina Victoria tuvo mucho interés en la invención del teléfono, y Su Majestad la ha seguido en esa tradición de abrazar la nueva tecnología”, explicó, dirigiéndose a la reina. “Usted realizó el primer directo televisivo navideño en 1957, y el 26 de marzo de 1976 [durante la visita a una base del Ejército] se convirtió en la primera monarca en enviar un mail”. Dos hechos históricos que fueron convenientemente tuiteados, durante la mañana, desde la misma cuenta en la que debutaría Su Majestad Tuitera unas horas después. Ya entonces, en su primera felicitación navideña televisada en 1957, una joven Isabel II, ataviada con un elegante vestido brillante y mirando de reojo las hojas del discurso, se maravillaba de “la velocidad a la que están cambiando las cosas a nuestro alrededor”.