_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Epidemia en la aldea global

En el déficit de gobernanza mundial hay que contabilizar también la ineptitud y el cinismo

Lluís Bassets

La epidemia empezó en una zona rural de Guinea, se desplazó luego hacia las zonas urbanas de Liberia y Sierra Leona y de ahí ha empezado a saltar a otros continentes. Es exponencial la velocidad de expansión en países sin sistemas de salud y en un continente donde los controles en frontera son meramente virtuales: las cifras oficiales contabilizan 3.800 fallecidos de un total de 8.000 enfermos reconocidos, pero los casos de contagio y muerte no localizados permiten multiplicar por cuatro las cifras.

El ébola es una avería sanitaria global con orígenes locales, nada distinta de las otras averías económicas, medioambientales, de derechos humanos o de seguridad de nuestro mundo globalizado. Vivimos en aquella aldea global que Marshall McLuhan ya supo ver en fecha tan temprana como 1962. El problema que tiene nuestro pequeño mundo es que todavía no está organizado ni gobernado en su conjunto, sino que siguen mandando los viejos Estados nación, allí donde existen , retranqueados en sus fronteras y sus soberanías nacionales; mientras que, en las zonas más pobres del planeta, estos mismos Estados son más entelequias que realidades con capacidad de garantizar la vida y la seguridad de los ciudadanos.

La primera reacción ante los efectos globales de las crisis locales es echar mano de los instrumentos obsoletos anteriores a la globalización, los controles a la entrada de los países. Si de los atentados del 11-S surgieron las colas ante las cancelas de seguridad, del ébola saldrán unas nuevas colas ante las cámaras que detectan a los pasajeros con fiebre.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO
Debemos eliminar el virus, pero antes tenemos que eliminar las excusas Bruce Aylward, (OMS)

En la aldea global, el miedo es el virus más peligroso. Se expande todavía más rápidamente y tiene efectos desastrosos sobre la economía e incluso el orden social. De ahí que muchas medidas tengan sentido más como sistemas para dar seguridad a la gente que por su efectividad. Pero estas reacciones locales no deberían llamar a engaño, pues todos sabemos que al terrorismo como al ébola se le combate con esfuerzos e inversiones allí donde nacen.

Nada de lo que sucede en el más remoto punto del planeta es ajeno a quienes vivimos en las urbes del mundo más desarrollado. Todo termina afectándonos. Lo sabemos, pero nos enfrentamos a estas crisis de forma reactiva, siempre viéndolas venir. El virus se extiende a toda velocidad, pero la respuesta es lenta y en algunos casos, como en el caso español, de una torpeza política exasperante. “Debemos eliminar el virus, pero antes tenemos que eliminar las excusas”, ha dicho el coordinador de la Organización Mundial de la Salud para el ébola, Bruce Aylward. Está visto que en el déficit de gobernanza de la globalidad hay que contabilizar también la ineptitud y el cinismo de los políticos locales, incapaces de responsabilizarse de nada que pueda afectarles en las elecciones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_