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Bar Refaeli se burla de la obesidad en un anuncio

La modelo, criticada con dureza por protagonizar un vídeo en el representa a una mujer-objeto

Bar Refaeli, en una imagen tomada del anuncio.
Bar Refaeli, en una imagen tomada del anuncio.

Bar Refaeli no sale de una polémica y ya está envuelta en otra. Ahora es un nuevo anuncio el que la lleva a los titulares más escandalosos, un spot que está causando furor, y no de aceptación precisamente, en su país, Israel. La modelo está siendo criticada con dureza por protagonizar un clip en el que se burla de la obesidad y en el que su propia imagen es la de mujer-objeto, al entero servicio de los hombres.

La campaña trata de vender las gafas de Carolina Lemke, una marca local de la que la propia Refaeli es accionista. Un atractivo joven contempla a una chica rubia, con chaqueta de cuero negro, de espaldas en el metro, agarrada a una barra. En su imaginación empieza entonces a bailar Refaeli, con ropa ajustada, usando el asidero del vagón como si fuese la barra de un bar de striptease. Todo piernas y melena y sensualidad dando vueltas. El chico se pone sus gafas para ver mejor a la belleza pero el ensueño se rompe y, maldición, la muchacha en realidad no es la modelo, sino una mujer entrada en carnes que le guiña un ojo.

Galia Wolloch, directora de la asociación sindical de mujeres Naamat, ha explicado al diario Yedioth Ahronoth que se trata de un comercial “insultante” y “decepcionante”, porque Refaeli, que tiene el poder de “influir en las actitudes del público” por la extrema admiración que desata en Israel, ha hecho la “deliberada elección de perpetuar las dañinas percepciones sobre las mujeres”. La Red de Mujeres de Israel denuncia el “argumento simple que se transmite: que una mujer gorda no puede ser bella”, al que se añade “el uso humillante de la imagen de Refaeli como objeto de deseo del hombre, sin más valor”.

El Canal 2 de la televisión israelí lleva recibiendo quejas desde que hace cuatro días se estrenó el anuncio. Algunas reclaman directamente que se elimine de la parrilla o, al menos, que no se emita en horario infantil por su “elevado contenido erótico”, que “nada tiene que ver con el producto que se vende”, cita la web Walla. La firma de gafas, sin embargo, se defiende alegando que trataron de dar a su campaña un toque “humorístico” y que el baile de Refaeli no tiene que ver con la prostitución, sino con la “práctica cada vez más extendida” de un deporte, el pole dance, que consiste en hacer ejercicios sobre esta barra vertical fija, para el que la estrella recibió un “entrenamiento profesional”.

Refaeli no se ha pronunciado al respecto, como ya es su costumbre cuando arrecian las críticas. Tampoco lo hizo días atrás cuando varias supuestas fotos suyas, desnuda, se filtraron por un fallo en la seguridad de la ICloud de Apple.

Esta vez, sin embargo, ya se está saltado de la regañina puntual por un anuncio a poner en tela de juicio su compromiso con los derechos de las mujeres. “Haces campañas por los homosexuales y por los animales, pero nunca defiendes que cada mujer sea respetada por cómo es, no por cómo se ve o la ven”, le espeta una fan en su página de Facebook.

Tanto en esta red social como en Instagram, la top israelí ha mostrado varias fotos del lanzamiento de Carolina Lemke, pero ninguna hace referencia al polémico spot. Esta marca ha tenido también críticas en el pasado, informa EFE, por desinformación al consumidor: se usa el nombre alemán de la diseñadora de las gafas y se insiste en añadir la etiqueta “Berlín”, cuando la casa está en Israel y el producto se hace en China.

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