El referéndum en Cataluña

Dicen los separatistas en Cataluña que nuestro Estado no es democrático, y como prueba definitiva aducen que no se les permite votar. Arguyen que democracia es votar y si no se vota no hay democracia. En realidad, el argumento es tramposo. De hecho, basta darle la vuelta para que se vea el truco: ¿aceptarían ellos, en aras de la democracia, que el resto de los habitantes del Estado votáramos en el referéndum de secesión?, ¿aceptarían que votáramos que no pueden hacer tal referéndum? No. No aceptarían el planteamiento ni el resultado, por la sencilla razón de que chafaría su proyecto. ¡Vaya contradicción!

Y es que democracia no es votar cualquier cosa, ni en cualquier momento, ni en cualquier ámbito. ¡Así cualquier votación estaría ganada de antemano! Eso es demagogia. Si los catalanes no pueden votar la cuestión secesionista, no es por falta de democracia, es por falta de legitimidad. La legitimidad democrática para decidir sobre la integridad territorial le corresponde al sujeto soberano, es decir, al pueblo español, en el que también, por supuesto, está incluido el catalán. Unos pocos, con argumentos falaces, no pueden usurpar el derecho a decidir de todos. Eso sí sería falta de democracia.— Luis María Quiroga Barro.