Mick Jagger, 71 años de ‘rock and roll’

Mick Jagger soplará hoy las velas de su 71º cumpleaños. La estrella del rock lo hace como si el tiempo no pasara por él: en plena gira mundial y dicen que con una nueva novia. Todo ello en un año marcado por la trágica muerte de L’Wren Scott, la mujer que le acompañó durante los últimos 13 años y con quien parecía haber encontrado una cierta estabilidad en su agitada vida.

Fue la mañana del lunes 17 de marzo cuando L’Wren Scott, diseñadora de moda a punto de cumplir 50 años y novia de Mick Jagger, fue hallada muerta en su lujoso apartamento de Nueva York. Se ahorcó con un pañuelo de seda negro, sin dejar una nota pero sí un testamento, hecho público diez días más tarde, en el que dejaba todos sus bienes y su dinero “a mi Michael Philip Jagger”, quien para entonces —eterno superviviente— ya le había organizado un funeral privado en el Hollywood Forever Cemetery de Los Ángeles (California) y emitido un comunicado: “Todavía estoy luchando para entender cómo mi amante y mejor amiga pudo acabar con su vida de esta trágica manera”.

Quizá por inesperado, el suceso se convirtió en el punto de inflexión del último año en la vida de Jagger. Con el líder de la banda afligido, el tour 14 On fire tuvo que parar. En mayo, poco antes de que retomara la gira europea que lo llevaría a 14 ciudades —de Oslo a Roskilde (Dinamarca), pasando por capitales como Lisboa, París, Roma y Madrid— se convirtió en bisabuelo cuando su nieta Assissi Jackson, de 21 años, dio a luz a una niña. Ese nuevo título no mermó la juvenil moral del cantante de los famosos e icónicos labios. Todo lo contrario, se propuso seguir derrochando energía sobre los escenarios gracias a la disciplina que se impone a base de kickboxing, natación, atletismo de bajo impacto y bicicleta cada tres días, además de una alimentación rica en carbohidratos (pan, patatas, arroz, pasta), pollo y pescado; injertos de cabello con invariables retoques de tinte; cremas de noche y de día; la mayor cantidad de horas de sueño posible y evitando las drogas duras y el alcohol.

Hace unos días, el intérprete de Satisfaction concedió una entrevista al programa Today de la cadena NBC.

—¿Cómo estás?, le preguntó el presentador Matt Lauer.

—Estoy bien. Ha sido un año muy difícil, ya sabes. Pero seguí adelante. He contado con el apoyo de familiares, amigos, y eso me ha permitido superar cualquier adversidad. He tenido trabajo: una gira europea con los Stones y otras cosas, como esta gran película.

Jagger hacía alusión a Get on up, un filme biográfico del cantante James Brown que él produce y se estrena el próximo agosto. “En Get on up se va reflejando cómo James trabajó como loco, desde cero, para convertirse en una gran estrella, y también se van viendo los efectos que le producen transformar ese sueño en realidad”, contó.

Desde Chrissie Shrimpton, su primera novia oficial, pasando por sus bodas y divorcios con Bianca Jagger, Marsha Funt, Jerry Hall y Lucia Morad, hasta L’Wren Scott, cada romance de Jagger encarna el deseo, el amor, las vanidades, las ambiciones, las miserias, la pérdida y el aumento en la venta de los tabloides.

Hoy celebrará su aniversario, posiblemente, al lado de la bailarina Melanie Hamrick, de 27 años, su presunta nueva novia, a quien conoció dos semanas antes de la muerte de L’Wren Scott en el backstage del concierto que los Stones ofrecieron en Tokio (Japón). Hace unas semanas, los paparazis los fotografiaron juntos en el balcón de un hotel en Zúrich (Suiza). Según The Daily Telegraph, Hamrick, que forma parte de la compañía American Theatre Ballet, rompió hace poco su compromiso con el primer bailarín Juan Manuel Carreño y vive en el Upper West Side de Manhattan, no muy lejos de la casa que ocupaba L’Wren Scott.

¿Pudo ser la aparición de ella la que llevó a la diseñadora a suicidarse? Randy Bambrough, hermano de L’Wren Scott, le dijo al Daily News que no: “Sugerir que mi hermana se mató porque Mick estaba con otra mujer es ridículo. Tengo una relación muy cálida con él y nunca he cuestionado su amor por L’Wren y lo importante que fue ella en su vida”.

Jan Shane, también hermana de la fallecida, no opina lo mismo y califica al cantante de “mujeriego. Siempre lo ha sido y siempre lo será. No entiendo cómo una chica de 27 años puede pensar que tiene una vida por delante con él”.

Ajeno a todos estos dimes y diretes, el bisabuelo roquero concluyó su gira de conciertos por Europa y, de inmediato, se fue al Mundial de fútbol en Brasil. Se le vio presenciando la humillante goleada de Alemania a la selección anfitriona y, entonces, en las redes sociales empezaron a catalogarlo como “el gafe del fútbol”, con el argumento de que cada vez que hace público su apoyo a determinado equipo, este pierde. Pero a él nunca le ha importado de qué lo tachen.

Ha anunciado ya que en otoño recorrerá Australia y Nueva Zelanda para saldar la deuda que tiene con sus seguidores en esos países, tras la cancelación por la muerte de L’Wren Scott. Tampoco hace caso a quienes subrayan con insistencia que ya debería retirarse, porque a Mick Jagger siempre le ha gustado desdramatizar el envejecimiento. Mientras el público se pregunta una y otra vez si esta será la última, la penúltima u otra más de sus giras de conciertos, él arrincona la nostalgia con tal de no dejarse atrapar por el pasado. Cuando en agosto de 2001 apareció en la portada de Saga Magazine, una publicación inglesa dirigida a los mayores de 50, el aristócrata del rock dejó claro que lo hacía, sobre todo, por sus seguidores: “Ellos quieren que estés como si vivieras de nuevo en 1969. Y te quieren así porque, de otro modo, su juventud se evapora contigo. Es muy egoísta. Pero comprensible”.

En el delirante infierno de Sus Satánicas Majestades, el paso del tiempo y las desgracias de la vida no son las barreras que impiden el éxito.