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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

#Civsocial camina sobre las aguas

Ángeles Jurado

Como cada día durante esta temporada de lluvias torrenciales en Costa de Marfil, el ingeniero informático Florent Youzan solicita a los usuarios de facebook que viven en la capital económica marfileña, Abiyán, que señalen las zonas siniestradas sobre un mapa OpenStreet de la ciudad, anegada desde principios del pasado mes de junio. Otras figuras reconocidas de la web marfileña, como Edith Brou Olajumoke, Israël Guebo, Diaby Cheick Mohamed o Cyriac Gbogou, replican el mismo mensaje en sus muros de facebook y en twitter. La idea es señalar al abiyanés medio -estudiantes que intentan llegar a clase, trabajadores que pretenden cumplir con su horario laboral- los problemas y obstáculos que las adversidades meteorológicas pueden situar en su ruta. También y a una escala más amplia, organizar el auxilio a la población necesitada de comida y refugio, que lo ha perdido todo en las riadas o que se encuentra atrapada en un nudo de agua y desperdicios a causa de la combinación letal de, entre otros factores, un diluvio inclemente y una planificación urbanística inexistente.

En amarillo, rojo, azul y negro, bajo el hashtag #CivSocial, van apareciendo -documentadas y contrastadas- las advertencias y las noticias de última hora: carreteras cortadas, corrimientos de tierra, edificios que colapsan, brechas en el asfalto, cruces convertidos en piscina. La señal en negro se sitúa en Attécoubé, un barrio donde un deslizamiento de tierra se saldó con dos muertos y cinco heridos. La macabra contabilidad de pérdidas humanas y materiales en esta temporada de lluvias incluye, de momento y entre otras cifras, 23 muertos y un edificio literalmente caído a causa de la erosión de las aguas. Y estamos hablando sólo de Abiyán.

La comunidad web marfileña, como siempre, se ha puesto en marcha rápida y eficazmente. Cuelgan imágenes de los estragos de la lluvia en la frágil anatomía de Abiyán desde el pasado 19 de junio, recuperando un hashtag, #CivSocial, que nació en la última guerra, en 2010, para auxiliar a la población civil atrapada entre dos fuegos. Los testimonios gráficos se completan con información en tiempo real sobre la meteorología, el estado de las carreteras y otras circunstancias prácticas que facilitan la heroica tarea de moverse por la capital marfileña. También con llamamientos para colectas de alimentos y medicinas destinados a los más castigados por el diluvio y solicitudes de auxilio con respuesta casi inmediata.

#CivSocial no es sólo un hashtag: aglutina a una red de voluntarios sin afiliación política, religiosa o étnica que pretenden ejercer la solidaridad sin condiciones y ofrecer información actualizada, verificada y de interés para todos los ciudadanos del país. La diferencia con otras redes solidarias es que lo hacen a través de las nuevas tecnologías y, especialmente, en contextos de crisis. No en vano, #CivSocial surgió en un momento de conflicto armado, aunque se ha seguido utilizando a lo largo de estos años y se ha reinventado y adaptado a nuevas campañas y situaciones.

La velocidad y precisión de la reacción ciberciudadana en esta situación de emergencia, como en otros casos de alerta social que ha vivido el país, contrasta con la respuesta gubernamental. En plena crisis a causa de las inundaciones, el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, decidió efectuar un viaje privado a París, de donde regresó diez días después. Por su parte y también en un momento crítico para muchos ciudadanos de su país, el presidente de la Asamblea Nacional, Guillaume Soro, se trasladaba a Brasil para apoyar a la selección marfileña de fútbol, los Elefantes, y anunciarles que el consejo de ministros había decidido duplicar sus primas si llegaban a octavos de final del Mundial. La decisión gubernamental provocó la ira del abiyanés de a pie y, de nuevo, una movilización en las redes sociales. Coincidiendo con el partido que envió a los elefantes de vuelta a casa, enfrentados a los griegos, los marfileños hundidos en el agua hasta el cuello en su país exigieron un cambio en las prioridades del gobierno ante la situación de emergencia social que vivían. Hubo incluso ciudadanos que sugirieron que las primas de Drogba y compañía se destinaran a una población que ha sido testigo de la desintegración de barrios de chabolas y formales, unas inmensas pérdidas materiales todavía sin cuantificar y la destrucción de infraestructuras públicas. Por no hablar de hambre, enfermedad, pobreza y muerte.

Existen excepciones a la apatía oficial: Yasmina Ouegnin, diputada por el barrio de Cocody y ferviente defensora de la red de información y solidaridad de #CivSocial, visitó a la población afectada por las inundaciones en su comuna, comprobó la situación sobre el terreno y repartió alimentos y material de primera necesidad entre los habitantes de Cocody. Sin embargo, la respuesta gubernamental a esta crisis ha llegado el 1 de julio, dos semanas después de que comenzara el diluvio, con una serie de medidas de urgencia que ratifican a la población, de nuevo, en la creencia de que sólo puede confiar en sí misma y en las redes de apoyo que tejen en el ciberespacio y las calles.

Inundaciones 4

Fotos: #CivSocial

La lentitud oficial a la hora de hacer frente a las inundaciones y el desamparo de los marfileños se han convertido en tendencia informativa en las redes sociales africanas. Un ejemplo claro son las entradas que la bloguera Yehni Djidji ha utilizado para expresar la frustración compartida por los ciudadanos de a pie en su país. Refugiada en su hogar de clase media, con dos niños de pecho y su hermana, Yehni se ha servido de su muro en facebook durante días y noches para describir, implacable, su batalla contra la crecida del agua en su dormitorio, la falta de alimentos o los cortes de electricidad y agua potable. Un reflejo exacto de la situación del vecino medio de Abiyán, enfrentado al cataclismo de una lluvia pertinaz y aparentemente eterna.

#CivSocial no es un arma arrojadiza contra el gobierno. Sus representantes dejan claro el carácter apolítico y voluntario de su trabajo: intentan evitar su instrumentalización, auxiliar a sus compatriotas y mantener buenas relaciones con todos los actores de la vida política y social del país. Sin embargo, las responsabilidades políticas en la debacle de estas inundaciones quedan claras en los comentarios de muchos marfileños en las redes sociales, empezando por la propia Yehni Djidji. Hablamos de una situación desencadenada por la lluvia, pero que no es nueva y que hunde sus raíces en el sentido mismo de la ciudad de Abiyán, la corrupción urbanística, la falta de previsión gubernamental y otros factores no meteorológicos. También hablamos de que la temporada de lluvias acaba de empezar y los vecinos de Abiyán y el resto del país se encaran todavía con dos meses de sobresalto, auxiliados básicamente por sus familias, vecinos y la red solidaria de #CivSocial. Y, sobre todo y finalmente, hablamos de la posibilidad muy real de que, una vez pasada la alarma social y la movilización ciudadana, nada cambie para garantizar una previsión eficaz que facilite la protección del ciudadano frente a futuras temporadas de lluvia.

Información:

OpenStreetMap de las inundaciones de Abiyán

Un mois entier d'inondations meurtrières en Côte d’Ivoire

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Sobre la firma

Ángeles Jurado
Escritora y periodista, parte del equipo de comunicación de Casa África. Coordinadora de 'Doce relatos urbanos', traduce autores africanos (cuentos de Nii Ayikwei Parkes y Edwige Dro y la novela Camarada Papá, de Armand Gauz, con Pedro Suárez) y prologa novelas de autoras africanas (Amanecía, de Fatou Keita, y Nubes de lluvia, de Bessie Head).

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