Las nubes no son vapor de agua
Son pequeñas micro-gotitas de agua líquida en suspensión que flotan en el aire puesto que su diámetro oscila entre los 0'2 y 0'3mm
Seguro que en alguna que otra ocasión habrán escuchado decir que las nubes son vapor de agua. Nada más lejos de la realidad. El vapor de agua, o sea, el agua en su forma gaseosa, es un gas invisible, que no podemos ver. Por lo tanto, si las nubes estuvieran formadas exclusivamente por vapor de agua no las podríamos ver, lo que, la verdad sea dicha, nos privaría de uno de esos regalos que la naturaleza nos ofrece de forma gratuita.
Llegados aquí, nos podemos hacer esta pregunta: ¿De que están formadas las nubes? De pequeñas micro-gotitas de agua líquida en suspensión (o sólida, en forma de cristales de hielo, según su altura). Son tan pequeñas que flotan en el aire puesto que su diámetro oscila entre los 0'2 y 0'3mm. De hecho, para que puedan precipitar y llegar hasta nosotros necesitan aumentar de tamaño y tener entre 1 y 5 milímetros de diámetro. Una vez, mi hija Claudia, se quedó mirándolas fijamente y me preguntó por qué no se caían. Una pregunta simple pero que tiene su lógica explicación. Como el aire húmedo es menos denso que el seco, por eso flotan y nunca caerán.
Y ya puestos, nos podemos hacer una última pregunta: ¿Por qué son blancas? Cuando la luz del sol llega a las nubes, las pequeñas gotitas de agua que las forman dispersan y reflejan todos los colores visibles que conforman la luz. Lo que vemos entonces es la mezcla de todos ellos, o sea, el color blanco. Si las nubes son muy densas y gruesas, la luz no puede atravesarlas totalmente, adquiriendo de esta manera unos tonos más grisáceos.
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