La preservación del océano, la nueva meta de DiCarpio

Leonardo DiCaprio aprovechó el rodaje de Diamante de sangre para trabajar con 24 huérfanos de guerra en Maputo. Y la candidatura que obtuvo con este trabajo, para anunciar unos premios Oscar igual de estelares pero más ecológicos. En el último año el actor estadounidense, de 39 años, logró 28,5 millones de euros para el medioambiente en una sonada subasta en Christie’s, donó 2,2 millones de euros para proteger a los tigres y 700.000 euros de su bolsillo para luchar contra la caza de los elefantes. Ahora le toca el turno a los océanos. Y con las cifras que le acompañan, está claro que lo que esta estrella de Hollywood y aficionado al submarinismo protege de boquilla cuenta con un claro respaldo de su bolsillo.

De ahí que no sorprendan los 5,1 millones de euros que el protagonista de El lobo de Wall Street ha prometido donar de su fundación para la defensa del océano. Porque, cómo dijo este apasionado del mar y el protagonista de películas como Titanic y La playa, él ha sido testigo “de primera mano” de la devastación medioambiental de uno de los tesoros más preciados de nuestro planeta: sus océanos.

Su anuncio llegó simultáneamente en la Red vía su cuenta en Twitter y de manera presencial en la Conferencia de los Océanos que celebra desde el lunes en Washington el Departamento de Estado estadounidense. El presidente Barack Obama dijo en este mismo foro que había que “redoblar los esfuerzos” en la protección de los océanos, uno de los objetivos de su segundo mandato, y el demócrata de DiCaprio siguió la consigna de un presidente al que ha apoyado, de palabra y de bolsillo. El actor gestionará su donación a lo largo de los próximos dos años mediante la Fundación Leonardo DiCaprio, esa que creó en 1998 y que está dedicada a la protección de la Tierra. Según explica su página web, el propósito de esta fundación es crear una armonía entre la humanidad y el medioambiente.

Como buen político, Obama habló en la cumbre en términos económicos y sociales de la necesidad de proteger ese océano que es algo más que un paisaje. DiCaprio habló de una forma más personal, con una pasión que desde niño le ha llevado una y otra vez a mojarse por el océano. Al fin y al cabo si Robert DeNiro no le hubiera echado el ojo cuando trabajaron juntos en Vida de este chico y Titanic no le hubiera lanzado al estrellato de Hollywood, al actor le hubiese gustado ser biólogo marino. “He adorado el océano desde pequeño”, recordó este californiano criado junto al mar. Mucho más tristes son esos otros recuerdos que compartió tras haber visto en sus múltiples escapadas submarinas cómo a lo largo de los últimos 20 años se han perdido arrecifes de corales enteros en las mismas costas australianas que antes consideraba “la utopía marítima”. O cómo en Costa Rica presenció la pesca ilegal en uno de los pocos santuarios de tiburones. “O hacemos algo pronto o no lloraremos la pérdida de nuestros tiburones o delfines sino la de nuestro hijos y nietos”, recordó trasladando los efectos de nuestros actos a un ámbito mucho más cercano.

Aunque su fundación no ha determinado todavía a qué destinará los fondos prometidos, los primeros afortunados parecen ser los manatíes de Florida (EE UU). Este mismo año DiCaprio, mediante su fundación, una de las más respetadas en Hollywood por su trabajo en defensa de la naturaleza, donó 2,2 millones de euros a Oceana, una de las mayores asociaciones en la lucha por la protección del océano. Los fondos, destinados a defender los hábitats naturales marítimos del Pacífico y el Ártico, procedían de la subasta benéfica millonaria que organizó el actor el pasado año. Como recordó el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, DiCaprio es el “mejor ejemplo” de cómo un artista puede elevar su fama y hacer “algo que tenga sentido” más allá de entretener al público. “Él la ha utilizado para capturar la atención del público en los océanos”.