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Una vida decente para todos en 2030

La Unión Europea defiende un programa inclusivo, igualitario y justo basado en la sostenibilidad para el futuro y en la universalidad de las medidas Los países pobres mantendrán aún un lugar prioritario en sus políticas

Ángeles Lucas
Jan Eliasson, secretario general de las Naciones Unidas (a la izquierda) y, Andris Piebalgs, comisario de la Comisión Europea para el desarrollo.
Jan Eliasson, secretario general de las Naciones Unidas (a la izquierda) y, Andris Piebalgs, comisario de la Comisión Europea para el desarrollo.Comisión Europea

Una vida decente para todos es el lema que plantea la Unión Europea para la agenda de desarrollo post-2015, fundamentalmente basada en erradicar la pobreza de una vez por todas y en plantear proyectos sostenibles, ideas que van en la línea del programa que propone la ONU hasta 2030, llamado Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). “En Europa apostamos por el crecimiento inclusivo, el mantenimiento de los recursos naturales, trabajar en la igualdad, en la equidad, en la justicia, en la paz y en la seguridad”, ha declarado recientemente el comisario de la Comisión Europea para el desarrollo Andris Piebalgs.

Esas son algunas de las líneas que se dibujan desde Europa para diseñar las próximas estrategias de desarrollo y de responsabilidad política una vez que se acabe el plazo para completar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que termina en 2015 y no se han cumplido al 100%. Bruselas quiere que la pobreza sea una palabra del pasado, pretende asegurarse de que se han cumplido ODM y que la nueva agenda para el desarrollo post-2015 cubra a cada país y a cada ciudadano, que sea universal. No obstante, para la UE, que es el mayor donante de financiación con 82.000 millones de euros (2014-2020) para ayuda exterior, los países pobres mantendrán un lugar prioritario.

“Dentro de unos años la gente no va a entender cómo era posible que a principio del siglo XXI, cuando el mundo acumula cantidades tan importantes de riqueza e impresionantes avances tecnológicos, todavía conviviéramos con el hambre y la pobreza absoluta. Ya eliminamos el colonialismo y la esclavitud, y ahora podemos hacer que la pobreza sea algo del pasado. Esa posibilidad existe si juntamos suficiente voluntad política en el ámbito internacional”, declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en Bruselas durante la celebración en noviembre de la octava edición de las Jornadas Europeas de Desarrollo, a la que asistieron más de 5.000 personas para debatir sobre la agenda post-2015, los ODS y otras cuestiones.

Las ONU ya ha creado un grupo de trabajo para los ODS y estos días ha presentado el primer informe, en el que se pueden vislumbrar las futuras líneas de acción que incluyen 19 áreas, entre ellas, la energía, la industrialización, el empleo, el consumo o la no violencia. “La Unión Europea considera prioritarias las relacionadas con los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de la mujer así como la dimensión económica y medioambiental de todas las áreas”, ha destacado recientemente Piebalgs en un discurso tras conocer el primer informe del grupo de trabajo.

Europa se plantea implicar a la sociedad civil en las estrategias y refuerza la acción del sector privado

La Comisión Europea expuso claramente sus principios durante las Jornadas Europeas de Desarrollo. Allí dos conceptos quedaron claros. Por un lado, la importancia de implicar a la sociedad civil en la ejecución de los proyectos, –que asumen como una lección aprendida tras la ejecución de los objetivos del milenio– y por otro, contar con el sector privado en las políticas de desarrollo. Este aspecto se ve como una oportunidad para crear empleo, regularizar el trabajo, mejorar las condiciones laborales y controlar el pago de impuestos. Durante una de las charlas relacionadas con esta cuestión, uno de los asistentes al evento dijo desde el público: “Los gobiernos no generan puestos de trabajo”, frase que fue seguida de aplausos. Jan Eliasson, secretario General Adjunto de las Naciones Unidas, presente en la sesión, asintió. "Muchos actores deben estar involucrados para el desarrollo, incluido el sector privado. Reconocemos que el desarrollo sostenible requiere de instituciones creíbles y estables, aunque en el aspecto privado pueda ser controvertido", advirtió.

Arancha González es la directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional de las Naciones Unidas, donde se lleva trabajando 50 años en erradicar la pobreza a través de las empresas. “El fortalecimiento del sector privado es una gran herramienta para la desaparición de la pobreza en el mundo. La cuestión es: ¿qué sector privado queremos?. Uno de los grandes problemas en los países pobres es el alto grado de informalidad y las condiciones de trabajo intolerables e inaceptables, hay que buscar el empleo decente, la no discriminación de género y las condiciones laborales dignas”, establece González.

Durante las Jornadas Europeas de Desarrollo surgieron además otras propuestas para ser consideradas en la nueva agenda. En el último panel de conclusiones, Ellen Johnson Sirleaf, presidenta de Liberia, planteó que el foco debe estar en combatir la pobreza definitivamente y el acceso a la educación, pero también en proteger el planeta, abordar el desempleo juvenil, empoderar a las mujeres y promover el desarrollo de infraestructuras.

Oxfam estima que al menos 14 billones de euros pertenecientes a fortunas individuales se esconden en paraísos fiscales en el mundo, lo que representa una pérdida de más de 120.000 millones de euros en impuestos para los gobiernos. Según sus cálculos, dos tercios de esta riqueza, más de 9,5 billones de euros, se esconde en paraísos de la UE o de su jurisdicción, lo que supone una pérdida de más de 80.000 millones en impuestos.

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam, planteó una de las líneas que va proponer su ONG para la nueva agenda. Consiste en exigir transparencia y control a las instituciones financieras y los gobiernos. “Este pacto mundial no alcanzará sus objetivos a no ser que existan mecanismos claros de rendición de cuentas que permitan a la gente creer en la responsabilidad de sus líderes, tanto gubernamentales como empresariales”, declaró.

Siete de cada diez europeos dice que ayudar a países en desarrollo les beneficiaría a ellos

En la charla de clausura de las Jornadas Europeas de Desarrollo, Byanima concluyó diciendo: “Pobreza, hambre, analfabetismo, enfermedades... no son problemas técnicos, son problemas políticos. El mundo ha hecho cambios con voluntad política. Eso es lo que hay que perseguir”, palabras que también fueron seguidas de aplausos.

Hasta el momento, Europa cuenta con el apoyo de sus ciudadanos para seguir invirtiendo en políticas de desarrollo. Según los resultados del Eurobarómetro (noviembre 2013), siete de cada diez europeos dice que ayudar a países en desarrollo les beneficiaría a ellos también y según el 66% de los ciudadanos europeos afrontar la pobreza en países en desarrollo debe ser una de las prioridades de la UE. “Resulta muy alentador comprobar que los ciudadanos de la UE apoyan la solidaridad mundial y creen que juntos podemos contribuir realmente a la lucha contra la pobreza”, declaró Piebalgs en la presentación de los datos durante las jornadas.

Además, a pesar de las dificultades económicas europeas, ha aumentado el número de ciudadanos de la UE que están dispuestos a pagar un precio más alto por los alimentos y otros productos que representen una ayuda para los países en desarrollo; la cifra asciende al 48% de los encuestados, lo que ha supuesto cuatro puntos porcentuales más que en 2012. “Para seguir avanzando, todos debemos trabajar codo con codo, la comunidad internacional tiene que consensuar un programa común y ambicioso capaz de conseguir un desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Y esta encuesta transmite un mensaje claro: los europeos están dispuestos a aportar su parte a este esfuerzo”, dijo Piebalgs.

Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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