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Ocho pistas para iniciarse en el coleccionismo de arte

Se siente perdido entre pinturas y esculturas. No se avegüence: seremos su cicerone en la nueva edición de ARCO

Comprar o no comprar: esa es la cuestión.
Comprar o no comprar: esa es la cuestión.CORDON

Juan Antonio Roca (recuerden: el del caso Malaya) tenía un Picasso en su cuarto de baño. No pretendemos llegar tan lejos (ni caer tan bajo) como el exgerente municipal de Urbanismo de Marbella. ¿Pero es el mundo del arte un terreno árido y elitista? ¿O puede un neófito iniciarse en la bella practica de acumular obras valor? Visitamos ARCO, máximo exponente del arte contemporáneo en España, con la cartera una cartera ligera y pocos concimientos. Elisa Hernando, directora de Arte Global y responsable de First Collector, un servicio gratuito de asesoría para aficionados y primeros coleccionistas de arte (fresh collectors) patrocinado por la Fundación Banco Santander, será nuestra guía para entender qué es lo que se cuece en la principal feria de arte del país. Y cómo podemos formar parte de ella. Son 219 galerías, llegadas de 23 países de todo el mundo, las que pueblan los dos interminables pabellones de esta 33 edición. Apunten, porque el show termina el domingo.

Pista nº 1: Hincar los codos. Partamos de cero: ¿qué es una obra de arte? ¿Es una inversión? ¿Hay que buscar por precio? ¿Compramos algo que nos guste o mejor que se vaya a revalorizar? Responde Elisa Hernando: “Primero hay que considerar el arte como una pasión. Es lo que mueve a todos los coleccionistas. Después, te debe gustar la obra, porque va a estar expuesta en tu casa y la vas a ver a diario. Aunque, por supuesto, también es importante que el artista se revalorice”. Y sí, es una inversión “pero no todos los artistas ni todas las obras. Para comprar bien hay que analizar y documentarse sobre el perfil del artista, comparar precios, ver exposiciones, ir a galerías, leer y, sobre todo, disfrutar”.

Cada vez hay más clientes de clase media que en vez de ahorrar para un gran viaje o un cochazo, lo hacen para comprar arte"

Pista nº 2: Ahorrar 3.000 euros. Como fresh collectors (coleccionistas novatos), nos enfrentamos a una cantidad apabullante de obras y artistas, muchos desconocidos para nosotros. Por eso, nuestro objetivo es descubrir artistas emergentes con proyección futura y cuyas obras tengan un precio “asequible”. 3.000 euros como tope es la propuesta de Elisa. Si es menos, mejor. “Hay que romper el mito de que hay que ser millonario para ser coleccionista de arte. Aquí podemos encontrar obras desde 500 euros. Cada vez hay más clientes de clase media que en vez de ahorrar para un gran viaje o un cochazo, lo hacen para comprar arte”, afirma. Pero antes de empezar a buscar, dos reflexiones: “Coleccionar arte es una experiencia sensorial e intelectual. El arte tiene que sorprender, mostrar diferentes realidades y que te toque. Y tiene que provocar reflexión. También coleccionar es un aprendizaje”.

Pista nº 3: Desvirgarse con pintura. La pintura siempre es una buena forma de empezar. La primera parada de ICON en su recorrido por ARCO se produce frente a una serie de cuadros y una instalación de Maíllo, en la galería Ponce + Robles. “Toda su obra bebe del arte callejero, simula los muros con grafitis y en esta nos habla de la decadencia de la ciudad de Detroit. Va más allá de la pintura, de ser bonita o no. Trabaja un concepto para hacer crítica de la sociedad actual”, cuenta nuestra guía. ¿El precio? Desde 700 por cuadro a 3.000 euros. Menos “heterodoxos” son los lienzos de paisajes abstractos de Nico Munuera, en la galería Rafael Ortiz. “Este es uno de esos artistas que en los próximos años va a tener muchísimo éxito. La base de toda su obra es el color, va superponiendo capas para crear formas y conseguir profundidad”, asegura. Empezamos a entenderlo…

'EGS', de Atlas (tinta india sobre papel de acuarela, 2013).
'EGS', de Atlas (tinta india sobre papel de acuarela, 2013).

Pista nº 4: Continuar con el grafismo. Decantarse por la obra gráfica de los artistas consagrados es una buena manera de acceder a los creadores más relevantes sin hipotecar a tus padres. Y esto no solo se reduce, que también, a los grandes pintores como Miró o Tapiès. En Polígrafa Obra Gráfica nos topamos con Jacob Kassay, un artista de 29 años que vive en Los Ángeles especializado en pintura abstracta. “Un cuadro suyo cuesta unos 200.000 dólares”, nos explica Josep Aloy, de la galería. Ellos exhiben una serie de 10 grabados impresos en papel coreano ­–"la única edición a la venta", cuenta– hecha a partir de periódicos. “Con un proceso litográfico, la luz traspasa el papel y podemos ver las cuatro páginas, las dos caras, del periódico. Esa es la abstracción”, señala. Cuesta 3.900 euros cada una. Al girar la pared, dos joyas más: los dípticos It calms us both (1.200 euros) de Laure Prouvost, ganadora del último premio Turner, y o las imágenes de Claire Fontaine creadas a partir de fotografías de trenes transportando residuos nucleares en Alemania (2.500 euros). Póngame una de obras gráficas, por favor.

It calms us both, de Laure Prouvost.
It calms us both, de Laure Prouvost.

Pista nº 5: Refrescar la geografía. Finlandia es el país invitado en esta edición de ARCO. Y, sin duda, hay mucho por conocer. Paramos en la galería Make your Mark para ver los trabajos del colectivo EGS. Entre 3.000 y 7.500 euros cuestan las obras de este grupo que comenzó en los 80 haciendo grafiti –se proclaman grafiteros antropológos–, y cuyas raíces e iniciales están presentes en todas sus producciones. En Madrid podemos ver sus deformaciones abstractas del atlas mundial con un clara conciencia ecológica.

Pista nº 6: Perderle el miedo a los bustos-hucha. Riiko Sakkinen participa en el programa #FocusFinland en ARCO con la galería Korjaamo. “Su obra gira entorno a la palabra y es un artista a descubrir”, nos dicen. Elisa se detiene en los platos de cerámica que ha hecho en colaboración con una fábrica de Talavera de la Reina con mensajes críticos con problemas de la sociedad actual, como el paro, la crisis del ladrillo o ese que reza Sin tetas no hay capitalismo. “Es importante entender que hoy el soporte ya no es lo importante, lo que prima es el concepto”, remacha Elisa. Y sí, la pieza de marras no supera los 3.000 euros. De similar concepción son los bustos-hucha de toreros en ayuda a la Marca España de Curro Ulzurrun, en la galería Trinta (600 euros). Y más fiel a la idea clásica de escultura son las piezas de la brasileña Gabriela Machado (1.000 a 2.000 euros) que representan “la pintura que quiere convertirse en escultura”.

Pista nº 7: Cotillear sin temor. Como quien visita el Museo Prado o la galería más minimalista del barrio de Chueca (Madrid), en ARCO también podemos mirar (y solo mirar) lo más caro. La palma se la lleva Compotier, Bouteille et verre (1922), de Picasso, en la galería Leandro Navarro, que cuesta 1,2 millones de euros y que comparte paredes con dalís, tapies y grises. En esta ruta inaccesible otras paradas son la galería neoyorkina Edward Tyler Nahem, con obras de Tapiés, Saura o el Untitled. (Dog) de Keith Haring, valorada en un millón de euros; la parisina Lelong, con una escultura de Jaume Plensa Paula, que cuesta 250.000 euros; y la barcelonesa Marc Domènech, donde podemos ver obras de Linchtenstein y Miró por 100.000 euros, Tapiès por 200.000 euros, Matisse por 60.000, Klee, Masson, Chirino, Dalí o Saura…

'Disfrazóse el filósofo', de José Luis Serzo (2013), en JUSTMAD5.
'Disfrazóse el filósofo', de José Luis Serzo (2013), en JUSTMAD5.

Pista nº 8: Su nueva vida no acaba en ARCO. JUSTMAD5 es el lugar ideal para nuevos coleccionistas. La sede del COAM de Madrid acoge su quinta edición hasta el 23 de febrero, nacida como una suerte de off ARCO que año tras año se consolida como la mejor apuesta para indagar –y comprar– obra de artistas emergentes, además de tener un perfil más joven y desenfadado. Y este año ha sido concebida como una feria-fiesta, con horarios más amplios, afterwork y sesiones que maridan DJ y comida para atraer a un público más amplio. De las 33 galerías que están hasta el domingo, nos quedamos con las que debutan en el nuevo programa Just on Paper, centrado en el dibujo y el trabajo de vanguardia hecho sobre papel, uno de los grandes protagonistas de este año. Entre ellas, la galería Blanca Soto con Jesús Zurita y José Luis Serzo, las arriesgadas propuestas conceptuales de Et Hall con Martín Vitaliti, a quien consagró el museo ABC con una exposición el año pasado, o Fran Reus con la obra de uno de los emergentes que despierta más interés, Julià Panadès. 

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