Sobre Blas Piñar
En el EL PAÍS del pasado 29 de enero, y en el artículo sobre el reciente fallecimiento de Blas Piñar, se dice que “Piñar perdió el escaño y Fuerza Nueva se disolvió como partido, dejando una deuda considerable”.
Si bien es verdad que este hecho se produjo, también estimo justo añadir, para cerrar bien la información, que dicha deuda se pagó inmediatamente, utilizando para ello dos direcciones: la propia que reseña el autor de la disolución del partido, en noviembre de 1982, y la venta de la gran sede de Mejía Lequerica, 8. Blas Piñar era hombre cuyo código de conducta personal —he estado 48 años a su lado— no le permitía dejar una sola peseta sin pagar. Dicha deuda se saldó con Caja Madrid, aunque, eso sí, tanto él como la junta directiva de entonces se lamentaran de la condonación multimillonaria de la deuda ejercida con otros partidos del sistema, infinitamente mayor que la nuestra.— Luis Fernández-Villamea. Exsecretario de Fuerza Nueva.