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“Mamá, soy gay”

Binyavanga Wainaina, el escritor más famoso de Kenia, habla de su sexualidad como apoyo al colectivo que sufre graves ataques en África

La carta a la madre abierta tiene mucho de literario pero en el caso de Binyavanga Wainaina, el escritor más famoso de Kenia, también se adivina de reivindicación y autoafirmación. El literato acaba de salir del armario y se ha declarado abiertamente homosexual en un artículo titulado Mamá, soy gay en el que se declara “muy feliz”.

Son malos tiempos para los homosexuales, lesbianas y transexuales africanos, con Uganda y Nigeria ultimando legislaciones que castigan con penas de cárcel a los que practiquen relaciones sexuales con los de su mismo género. Así que lo que no tendría que ser noticia y en un mundo ideal no saldría del círculo más cercano, se ha convertido en un apoyo al colectivo que sufre los mayores ataques homófobos.

En 2011 Wainaina firmó One day I will write about this place (Algún día escribiré sobre este lugar), unas memorias en las que voluntariamente obvió su condición sexual. Sin embargo, hace unos días él mismo sacaba a la luz lo que llamó “un capítulo perdido” de la autobiografía en la que dejaba claro que es homosexual. Era el 18 de enero, el día en que Wainaina cumplía 43 años. Como si se tratara de un autorregalo. Nada es casual en esta declaración que deja al descubierto su intimidad.

La carta a su madre es un relato corto sobre los últimos días de ésta en su lecho de muerte, en un hospital de Nairobi. Corría julio de 2000 y el narrador detalla que no pudo despedirse de su progenitora porque prefirió quedarse en su domicilio sudafricano por temor a no volver a tener el permiso de entrada al país. Por aquel entonces, Wainaina tenía 21 años y aunque sabía “desde los cinco que era homosexual”, confiesa en el texto que “no había tocado sexualmente a un hombre”. El currículo amoroso constaba de tres mujeres, con la que “sólo con una” había sido “un éxito”.

No fue hasta el 2005 que tuvo su primera relación homosexual, aunque asegura que no pudo “pronunciar la palabra gay” hasta que cumplió los 30. Trece años más tarde, se ha decidido a dar el paso de cantarlo a los cuatro vientos y sacar su intimidad a la palestra pública. “Soy gay”, concluye en la carta.

Además, el escritor ha colgado en el canal de vídeos YouTube seis declaraciones en las que, entre otras cosas, apuesta porque África encuentre la manera de inventar su propia literatura de ciencia ficción con la que evitar “la quiebra de la imaginación” y “crear cosas nuevas”. Sólo así, viene a decir, los comportamientos diferentes dejaran de ser mal vistos por la sociedad y se podrá luchar contra el actual “estado de ánimo homofóbico” en el continente, algo tan nocivo para el desarrollo como lo fueron los siglos de “colonialismo”.

En seguida, la cuenta que Wainaina tiene en Twitter se llenó de felicitaciones y agradecimientos por haber dado el paso, precisamente cuando las agresiones físicas y verbales arrecian en muchos países africanos. El literato aseguró que siempre se ha sentido arropado por sus “amigos y allegados” y reitera su sentimiento de felicidad.

“¡Te quiero, tío! Gracias por decirnos abiertamente quien eres. Tú eres un faro de esperanza para los que tenemos miedo de hablar claro”, le confiesa uno de sus casi 12.000 seguidores.

La salida del armario ha sido acogida con cierto alivio por las organizaciones que luchan por los derechos humanos y la igualdad de los homosexuales y que cada día tienen que batallar con declaraciones que aseguran que la homosexualidad se aleja de los valores africanos.

La fama literaria de Wainaina se internacionalizó cuando en 2002 obtuvo el Premio Caine para autores africanos por el relato Discovering home (Descubriendo el hogar). El galardón está promocionado, entre otros, por los Nobel sudafricanos Nadine Gordimer y J.M. Coetzee y señaló al keniano como uno de los autores subsaharianos más brillantes.

Experto en la tradición culinaria africana, ha recogido miles de recetas de todo el continente, también edita una revista literaria para todo el África subsahariana, Kwani?, algo así como ¿Y qué? en lengua swahili. Su gran actividad e inquietud le hizo ser merecedor del Joven Líder Global que concede anualmente el Fórum Económico Mundial. Sin embargo, Wainaina rehusó el reconocimiento argumentando que aceptarlo sería “un acto de gran fraude” porque no se cree la “idea trillada” de que a partir de ahí su figura “iba a impactar significativamente los asuntos del mundo”.

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