Formas integradoras de turismo
Durante estos días he tenido que viajar a algunas localidades de la Costa Brava catalana. Pequeños pueblos y ciudades que viven del comercio low cost, pero que ahora están viendo un nuevo amanecer con la llegada del turista ruso.
En el momento de entrar a alguna de estas ciudades uno se traslada automáticamente a cualquier ciudad de Rusia. Carteles, indicaciones, publicidad e incluso emisoras de radio en ruso. El catalán y el castellano han desaparecido de la titulación de muchos locales y han reducido su presencia al mínimo, el justo para que los locales no sientan de golpe la invasión lingüística rusa. Es irónico cómo incluso nuestros idiomas han perdido valor económico.
Por otra parte las grandes urbanizaciones que rodean estos lugares están llenas de casas y mansiones impresionantes y excéntricas. En efecto, el boom ruso ha revitalizado el mercado inmobiliario de estas zonas, una tarea difícil que era necesaria para que estos municipios no se quedaran vacíos y arruinados.
Me gustaría recalcar que he tenido la oportunidad de tratar directamente con el turista ruso y es uno de los más difíciles, pero de los que más beneficios genera. Lo saben las empresas, lo saben los pueblos de la Costa Brava y lo saben las Administraciones municipales. De todas formas, urge debatir formas más integradoras y cuidadosas de gestionar este tipo de turismo.— Alex de Dios Longas.
