Roban un millón en joyas en el festival de Cannes
El suceso ha ocurrido en el hotel Novotel de Cannes donde un empleado custodiaba las joyas de la firma Chopard que algunas actrices lucieron en la alfombra roja
Al menos no se las robaron a Blanca Suárez. El jueves por la noche la gran fiesta en Cannes la organizaba la casa de joyas Chopard que entregaba como cada año sus trofeos a los actores emergentes del momento. La madrileña y el británico Jeremy Irvine (Warhorse y Grandes esperanzas) fueron los elegidos en esta edición, y recibieron sendos galardones en una gala en la que Colin Firth ejerció de maestro de ceremonias. Por supuesto, la mayor parte de las actrices pasearon diseños de la joyería suiza, que junto a patrocinar el festival fabrica la Palma de Oro que se otorga a la mejor película. Como durante el festival de cine hay dos o tres alfombras rojas diarias, además de innumerables eventos caritativos y actos promocionales, Chopard no solo guarda sus joyas en la tienda que posee en La Croisette cerca del hotel Majestic, sino en diversos lugares de la ciudad. Hay mucho cliente que atender. Y en uno de ellos, el hotel Novotel del bulevar Carnot, a escasos 15 minutos del Palacio de Festivales, y que ni siquiera es el establecimiento más caro de la cadena hostelera en esta ciudad, los ladrones se llevaron en la madrugada del viernes joyas de Chopard por valor de un millón de dólares (770.000 euros) de la habitación de un empleado de la joyería. Hacia las cinco de la mañana, según fuentes de la policía judicial de Niza, los cacos desempotraron la caja fuerte con las joyas en su interior, y se llevaron continente y contenido enteros.
Un portavoz de Chopard no quiso desvelar qué joyas (o relojes o accesorios de lujo, que la firma suiza también los fabrica) habían sido las sustraídas. Al menos no fue la Palma de Oro: el festival ya ha comunicado que su máximo galardón –que es de oro, pesa 118 gramos y está valorado en más de 20.000 euros- se encuentra a buen recaudo. El Suite Novotel donde ha ocurrido el hurto es un edificio moderno, en donde ayer por la tarde había aún algo de presencia policial, y que recibe a los visitantes estos días con cortinajes rojos y una inmensa Palma de Oro.
En 2011 la actriz y productora argentina Martina Gusman, que formaba parte del jurado de la Sección Oficial, fue víctima de un robo en la habitación que ocupaba en el hotel Marriott. Una mujer se hizo pasar por ella y pidió el código de entrada a su suite, de la que se llevó joyas y un ordenador. El año pasado, los futbolistas Souleymane Diawara, del Olimpico de Marsella, y Mamadou Niang, del Besiktas, fueron desvalijados mientras daban una vuelta por La Croisette. Los ladrones aprovecharon para entrar en su villa de la Roquette-sur-Siagne, a 12 kilómetros de Cannes y se apoderaron de cuatro relojes de lujo, bolsos y joyas por valor de 400.000 euros
En cualquier caso la historia de la Costa Azul está plagada de grandes robos, de hurtos de joyas, cuadros y dinero. Incluso Alfred Hitchcock rindió homenaje a esa tradición en 1955 en Atrapa a un ladrón, en la que Cary Grant encarnaba a El Gato, un ladrón de guante blanco en la Riviera francesa. Por lo menos él dejaba las cajas fuertes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.