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Maika Barbero, el cuento del patito feo que enamoró a la audiencia

Millones vibraron con el debut de la cantante de Reus de 34 años en ‘La voz’, de Telecinco La sorpresa de su prodigioso timbre reconcilió al audímetro con los mejores sentimientos ¿Qué se esconde tras uno de los personajes revelación de la temporada televisiva?

Maika Barbero, cantando 'Don’t wanna miss a thing', de Aerosmith, en su segunda aparición en 'La voz', emitida el 24 de octubre en Telecinco. Una interpretación con la que venció a otro concursante, Toni Amboaje.
Maika Barbero, cantando 'Don’t wanna miss a thing', de Aerosmith, en su segunda aparición en 'La voz', emitida el 24 de octubre en Telecinco. Una interpretación con la que venció a otro concursante, Toni Amboaje.MEDIASET ESPAÑA (CARLOS SERRANO)

Al final siempre le decían que no. Maika Barbero iba a un casting tras otro escuchando cómo alababan su voz y acababan lamentando “ese” aspecto. El colmo fue hace cuatro años. “La humillaron moralmente en otra plataforma de televisión [no aclara cuál]. Le dijeron que cantaba excepcionalmente bien, pero que su físico no le ayudaba, que no podían aceptar el paquete completo porque no iba a funcionar”, cuenta su primo José Ortiz. Maika decidió entonces que ya no valía la pena seguir luchando, y comunicó al local donde solía actuar que no iba a volver. “Estuvo meses muy tocada, un bajón tremendo”.

A finales del año pasado, José vio el anuncio de un nuevo talent show. Buscó en Internet los detalles del formato: las audiciones serían a ciegas, decía; la imagen de los aspirantes no influiría en la selección. ¿Será verdad? “No, no, ya tuve bastante con el otro programa”, le contestó Maika, “me lo pensaré, pero va a ser que no”. Durante una semana José insistió a diario a su prima para que llamara, pero solo recibía pretextos: “Luego, luego”.

Maika nació hace 34 años en Reus (Tarragona). Mide 1.70 y, preocupada por su sobrepeso, ha adelgazado casi 30 kilos. Creció en el barrio de Juroca, donde vive casi toda su familia. Es hija única, su padre murió de cáncer hace 12 años y vive con su madre, que trabaja como limpiadora en una oficina de Correos. Siempre le gustaron Bryan Adams y U2, y en general la música en inglés, hasta el punto de matricularse en Filología Inglesa para entender sus letras y viajar mucho a Londres, buscando los garitos emblemáticos, discos, camisetas y pulseras que no encontraba en casa.

Una imagen de infancia cedida por José Ortiz en la que aparece con su prima Maika. Él tiene ahora 28 años; ella, 34.
Una imagen de infancia cedida por José Ortiz en la que aparece con su prima Maika. Él tiene ahora 28 años; ella, 34.JOSÉ ORTIZ

Tiene muy pocos amigos, pero incondicionales, cuentan en su entorno. Siempre está con su primo José, con Esther, con Laura y el novio de esta, a quienes conoce desde la adolescencia. “El último novio que tuvo Maika fue hace tiempo. No lo llegué a conocer”, dice José.

Lleva casi una década frecuentando karaokes, nunca le costó arrancarse en el escenario. Un hobby que fue adquiriendo “seriedad” cuando los dueños ingleses e irlandeses de Christie’s y Victoria, dos locales de Salou, empezaron a contratarla en Semana Santa y verano porque apasionaba a los turistas.

La voz de Maika es rota, profunda. Con desgarros sentimentales bien marcados que llaman la atención en una mujer. “Sé que tengo la voz muy grave y hay gente que duda de si soy un chico o una chica. Pero intento que eso no me destroce por dentro”, ha dicho ella.

Maika por fin marcó el número, y en enero se plantó en el casting barcelonés de La voz, un formato holandés que Telecinco preparaba de la mano de Boomerang TV. A la mayoría de los 3.600 aspirantes los facturaban a los pocos minutos de audición, pero con Maika se demoraron media hora. Ella había quedado satisfecha con su interpretación de Heaven, de Bryan Adams, y With or without you, de U2, y pensó que si le hacían cantar más era “para pillarla”. “Siempre ha sido muy negativa. Le dije que lo que estarían es testando todos sus registros, pero ella seguía convencida de que jamás la llamarían”, recuerda José, quien la acompañó. Dos semanas después la convocaban en Madrid. Allí repitió el tema de Adams y le informaron de que en cuatro meses darían a conocer los 56 seleccionados. Maika volvió a Reus y se centró en actuar en sus locales habituales.

El 14 de junio, José cumplió 28 años y cuando vio que su prima le llamaba al móvil pensó que era para felicitarle: “¡Estoy dentro! Aún no se lo digas a nadie, pero ¡me han llamado, tío!”, estalló Maika. “Después”, acota José, “ya me felicitó”.

El futuro incierto de 'La voz'

El éxito de 'La voz' debe mucho al factor dramático que aportaron las iniciales audiciones a ciegas. La segunda fase del 'talent show', la de las llamadas batallas (más que el típico dueto, un duelo vocal en toda regla), también mostró su sintonía con los audímetros. La edición del 17 de octubre, seguida por 6.030.000 espectadores, fue el espacio más seguido del mes en la cadena líder, Telecinco. ¿Qué pasará a partir del próximo día 21, cuando comiencen las galas en directo y los finalistas hagan presumiblemente lo que 'Operación triunfo' ya probó caduco, esto es, preparar una canción, cantarla en el escenario, recibir la opinión de los jueces y solicitar el apoyo del público para ganar? La primavera pasada se emitió la primera temporada de 'The voice' en Reino Unido y las audiciones a ciegas y las batallas rompieron récords de audiencia. Pero con el comienzo de las galas en directo el interés empezó a disminuir. Para la segunda temporada, 'The voice UK' ha decidido redefinir el formato: habrá menos galas, el jurado utilizará más las sillas giratorias y si en los duelos un 'coach' decide eliminar a un concursante, otro podrá recuperarlo e integrarlo a su equipo. En la versión española del programa han decidido seguir la idea original y esperar la reacción final de la audiencia.

Los cuatro coaches de La voz (Melendi, Rosario Flores, Malú y David Bisbal) tardaron poco en darle al botón que permitía dar la vuelta a su asiento y contemplar a su elegida. Si el shock estaba ensayado, lo disimularon muy bien. El público se puso en pie, la realización acentuó con maestría el dramatismo de la secuencia y Maika no podía creerlo. Fue un momento televisivo poderoso, en la línea de la viralizadísima audición de Susan Boyle. “¡Tú eres esto, eres actitud y llevas el rock en la sangre!”, gritó Melendi, catártico.

Por primera vez en mucho tiempo, la autoestima de Maika se vino arriba. “Es una pasada. Y les ha dado igual mi aspecto”, repetía, incrédula. Ni ella ni el resto de concursantes tienen permiso para atender aún a los medios (“para no dar ventaja a ninguno”, justifican desde Boomerang TV), pero la reusense agradece en Twitter los mensajes de apoyo que recibe de sus más de 20.000 seguidores. También le piden fotos por la calle, y gente que no la saludaba, ahora sí lo hace, reconocen en su entorno. ¿Está preparada para la fama? “Sí”, responde José sin dudar. “Es humilde, simpática, tal y como la veis en la tele. Le gusta lo que ha comenzado a vivir. Por fin le está llegando el éxito”.

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