Taylor Swift, cada vez más cerca de los Kennedy
La cantante compra una casa frente a la mansión de la abuela de su novio, Conor Kennedy, en Cape Cod, donde ya pasó varios días este verano
Apenas llevan saliendo un par de meses, pero la relación entre Taylor Swift y el nieto de Robert Kennedy, Conor Kennedy, parece tan sólida que la cantante de 22 años acaba de comprarse una mansión justo en frente de la residencia que Ethel, la abuela de su novio, tiene en Cape Cod (Massachusetts). Eso, o simplemente, la joven, tras pasar unos días a finales de julio con la familia del expresidente de Estados Unidos, se ha aficionado tanto a la vida de sus admirados Kennedy que ha decidido veranear como ellos.
Un agente inmobiliario ha confirmado a la revista People que Swift ha adquirido una casa de estilo colonial de 13 habitaciones, con playa privada y casa de invitados, en Nantucket Sound por cinco millones de dólares (alrededor de 4,1 millones de euros). La cantante, que el año pasado amasó una fortuna de 57 millones (unos 47 millones de euros), puede permitírselo, además, la joven se ha beneficiado de la crisis económica y ha pagado la mitad del valor por el que la mansión se puso a la venta hace dos años.
La relación entre la joven y el hijo de 18 años de de Robert Kennedy Junior y Mary Richardson -que fue encontrada ahorcada en su piso de Nueva York el pasado mes de mayo- cuenta con la bendición de la abuela del clan, Ethel, que en una entrevista en la CBS declaró que “los Kennedy serían muy afortunados de tener a Swift en la familia”. La admiración es mutua. La joven había reconocido en varias entrevistas que estaba fascinada por los Kennedy y que devoraba cualquier libro sobre la familia que cayera en sus manos. En los días que pasó en julio junto a los tíos y primos de su novio en la residencia de Hyannis Port, seguro que pudo comprobar de primera mano, y no solo a través de la lectura, cómo era el lugar donde John F. Kennedy y su hermano Robert pasaron muchos veraneos.
Los Kennedy parecen estar encantados con Swift. No solo la matriarca, también Rory, la tía de Conor, que al parecer fue quien hizo de Celestina entre ambos, habla maravillas de la cantante. No se sabe todavía qué opinan los padres de la joven sobre su nuevo novio, a quien ya han tenido la oportunidad de conocer. La semana pasada el joven los visitó en su casa de Nashville.
La adquisición de la mansión parece evidenciar que Swift, por fin, ha encontrado en Conor Kennedy al Romeo que buscaba en la canción con la que se dio a conocer al gran público. En este caso, su príncipe no es de Verona, sino de Camelot -como Jacqueline Kennedy bautizó la vida en su familia política- y el palacio, de momento, parece que lo pone ella. Habrá que ver si el cuento de hadas le dura más que sus anteriores relaciones con Taylor Lautner, Joe Jonas, John Meyer o Jake Gyllenhaal.
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