Antifraude, con Eurovegas
El proyecto de Adelson en España no será un foco de corrupción, porque el "dinero no tiene color"
El controvertido proyecto de Eurovegas, por el que el magnate Sheldon Adelson proyecta construir un macrocomplejo del juego en Madrid o Barcelona, ha recibido apoyos inesperados. Al entusiasmo que han mostrado el cocinero Ferran Adrià o el propietario de Mango, Isak Andic, se ha sumado ahora el sorprendente apoyo del director de la Oficina Antifraude de Cataluña, el magistrado Daniel de Alfonso, con argumentos llamativos.
A diferencia de lo que ayer mismo opinaba el colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda, que piensa que Eurovegas se convertirá “en un foco de blanqueo de capitales”, Alfonso está convencido de que el proyecto es una bendición, porque supone “una inversión eterna” que creará “puestos de trabajo para siempre”. Y en absoluto cree que vaya a ser un foco de corrupción. Para Alfonso, “el dinero no tiene color” y en todo caso, “si llegara dinero de procedencia dudosa, el problema lo tendría el país de origen”. “Si alguien viene y deja su dinero en el casino, no le vamos a preguntar de dónde ha salido”.
Tampoco cree que el juego vaya a atraer prostitución, porque los que van al casino “son gente de capacidad económica muy alta” y no tolerarán que haya “prostitución en la calle”. Nada dijo de la prostitución de lujo en habitaciones de lujo, como tampoco tuvo en cuenta que por cada ruleta para gente con pajarita, habrá miles de máquinas tragaperras para personas con menos posibles. Pero para la pobre gente que se gasta lo que no tiene ya está la filantrópica señora Adelson con sus clínicas para ludópatas.
Semejante cadencia de adhesiones sugiere una campaña del Gobierno de CiU para vencer la oposición al proyecto. Mientras Alfonso decía estas cosas en unas jornadas sobre “ética y corrupción”, el consejero Mas-Colell pedía al Gobierno que modifique las leyes que exige el magnate. Adelson quiere que se pueda fumar en el recinto; que entren menores; exenciones fiscales de hasta el 80% durante 10 años; y manga ancha en asuntos laborales y de inmigración.
Y con el dinero que gane podrá seguir haciendo política: según The New York Times, “no hay ningún norteamericano que esté invirtiendo tanto dinero en derrotar al presidente Obama como Sheldon Adelson”.
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