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Messi vive su mayor éxito en privado

El futbolista protege su relación con Antonella Roccuzzo y la llegada de su primer bebé

Francisco Peregil
Leo Messi con su novia Antonella Roccuzzo, en 2010.
Leo Messi con su novia Antonella Roccuzzo, en 2010. GTRESONLINE

La ciudad argentina de Rosario debe ser uno de los pocos lugares del mundo en el que una mujer de 25 años más bien bajita, de cabello negro hasta la cintura, pueda pasear sin sentirse asediada ni perseguida por periodistas, como una más, como si no fuera la novia del mejor futbolista del mundo ni estuviera embarazada de cuatro meses. Se llama Antonella Roccuzzo, estudió Nutrición, vive entre Barcelona y Rosario y tiene la misma edad que su novio. Se conocen desde que eran niños porque Lucas Scaglia, primo de Antonella, es íntimo amigo de Leo Messi. Empezaron a salir juntos hace cuatro años, pero en su relación tuvieron sus idas y venidas, ahora me voy y ya no vuelvo, ahora vuelvo y nos vamos juntos de vacaciones.

 El 15 de enero de 2009, el futbolista habló por primera vez de su relación en un programa de televisión: “Tengo novia y es argentina”. Ningún dato más. Con el tiempo añadió: “Somos muy felicesy llevamos una vida muy tranquila en Castelldefels. Vamos a la playa, paseamos...”. Hasta ahora, la presencia de Antonella no era constante. A partir de ahora, lo será. A la pareja le gusta también ir al cine, visitar centros comerciales y salir a cenar a sitios muy sencillos.

La historia de Leo y su chica dio un giro el viernes 13 de abril cuando el jefe de deportes del diario rosarino La Capital insinuó en un programa de radio que Antonella estaba embarazada. Los desmentidos llegaron enseguida. José Roccuzzo, el padre de la novia, es propietario de un supermercado y presidente de la Cámara de Supermercadistas de Rosario. Como representante del sector habla de lo que sea preciso, pero como suegro de Messi no hay quien le saque una palabra sobre el tema. En mitad de una entrevista radiofónica que le hacían hace poco acerca del desabastecimiento de la hierba para el mate, una periodista le preguntó si su hija estaba embarazada. Roccuzzo empezó a regatear por la banda:

—“Habrá que preguntárselo a ellos. Lo desconozco”.

La periodista insistió, le preguntó si querría ser abuelo y Roccuzzo siguió despejando balones.

—“Me pondría muy contento, pero no tengo ninguna novedad”.

La discreción del padre de Antonella es legendaria en Rosario. Y, para colmo, su propia hija desmintió la noticia en su cuenta de Twitter, actualmente suspendida: “Amigos, en Argentina se corre un rumor de que estoy embarazada, lo publicaron por radio. Si eso llegara a ser verdad yo misma lo publicaría”. Finalmente, el 26 de abril, la chica volvió a escribir en su Twitter: “Y, bueno, creo que ya sí puedo decirlo. Estamos esperando un bebé. Estoy de 11 semanas y unos días, casi tres meses. Gracias por no haber insistido en si era cierto o no”. Los periodistas de deportes de La Capital pudieron sacar pecho y decir que ya lo habían adelantado en exclusiva. Un amigo de Messi confirmó que, en cuanto naciese el bebé, Leo pensaba hacerlo socio del Newell's, el club de la ciudad en el que él jugó hasta que se marchó al Barcelona.

En los próximos meses, Antonella se mudará definitivamente a Barcelona, donde se espera que nazca el bebé. La futura madre es una más en el clan de los Messi desde hace años. Se han publicado fotos de ella por las calles de Barcelona con la madre del delantero del Barça, Celia, su hermano, Rodrigo, y sus dos sobrinos, Agustín y Tomás. Junto con sus suegros, ha acompañado a Messi a recoger las dos botas de oro de las tres que el argentino atesora.

Las fotos de la pareja dan la vuelta al mundo. En una de ellas, tomada a finales de marzo, tras marcar tres goles al Granada, Leo Messi y Antonella acudieron a una fiesta de disfraces. Él se vistió de Quico, un personaje televisivo del Chavo del 8, y ella, de Pocahontas, uno de sus motes. Más que una modelo, Antonella parece esa muchacha de la canción de Joan Manuel Serrat Piel de manzana, “que tuvo al barrio guardando cola y revoloteando como polillas en las farolas”. Su sonrisa conserva aún la frescura de quienes no han sido abrasados por los flashes. De momento, sigue habiendo algunos lugares donde la tratan como a una más. O al menos, como a la hija de José Roccuzzo.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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