Invitación a la violencia
Puede que el Real Madrid gane la Liga, pero con su actitud rufianesca ha perdido algo más valioso
Un grupo de jugadores del Real Madrid y una parte del equipo técnico protagonizaron el miércoles un espectáculo vergonzoso en el campo del Villarreal que debe interpretarse como un salto cualitativo en la conducta antideportiva del club desde que lo entrena José Mourinho. No sólo insultaron al árbitro de forma soez y repetida (¡filho de puta, filho de puta!) el propio entrenador y Pepe, ese agresor reincidente dentro del campo, impermeable a cualquier racionalidad e inmune a cualquier correctivo; también se comportaron como una recua de bronquistas en el túnel de vestuarios, con patadas a puertas y paredes e injurias propias de una horda. En el curso de esa túnel borroka, insultaron gravemente al presidente del Villarreal, Fernando Roig, y a toda la afición local. “Este es un campo de mierda y usted es un indecente”, le escupió la estrella de hojalata Cristiano Ronaldo. Esta escalada de violencia, que ofende vivamente a los madridistas más conspicuos, tiene responsables.
El más inmediato es Mourinho, un entrenador que desde que llegó al club ha envilecido cuanto ha tocado, alentando actitudes chulescas en sus jugadores e insultado gravemente a los árbitros.
El segundo, de forma inevitable, es el presidente del club, Florentino Pérez, por defender los desplantes más infames del entrenador. Él representa a los socios del Real Madrid y es el depositario de la sensatez y cortesía de la institución. Tendría que explicar públicamente el vergonzoso y reiterado comportamiento de algunos de sus empleados. Por otra parte, la escalada de violencia mourinhista no debería pasar inadvertida a las autoridades deportivas y políticas. Constituye un germen de crispación allá donde se presenta el club que honraron Di Stéfano o Velázquez y que ahora vilipendian el entrenador luso y su guardia de corps dentro y fuera del campo.
Actitudes rufianescas como las de Villarreal llevan aparejado el riesgo de que se produzca un incidente grave, con daños personales, en cualquier campo. Pues bien, Mourinho, su ayudante Rui Faria y Pepe han sido castigados por el Comité de Competición con sanciones ridículas. Es probable que el Real Madrid gane la Liga; pero, para cualquier aficionado de bien, ha perdido algo más valioso.
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