Quiero ser como Keita
No hay rincón de África en el que no se juegue al fútbol. Bueno, quizás en Liberia, donde, por eso de sus lazos con los Estados Unidos de América, se practica más el baloncesto. Por todas partes se encuentran campos de fútbol improvisados: las líneas trazadas con un palo y las chanclas delimitando las porterías. Los niños corren y patean cualquier objeto que se preste a ello: latas, botellas o pelotas fabricadas con telas, gomas… Tener un buen balón es el sueño de muchos de ellos y, cuando lo consiguen, lo utilizan hasta que se desintegra. En tanto en cuanto haya algo a lo que se le pueda dar patadas, habrá un partido de fútbol.
Niños jugando al fútbol en una aldea de Sierra Leona. Fotos: todas de Chema Caballero.Desde horas antes del partido de la selección nacional de cualquier país, el estadio de fútbol empieza a llenarse. Los que no pueden acudir a él se pegan a los receptores de radio. Todo el mundo está pendiente del juego y el país se paraliza. Entonces sucede que no se ve todos los días: una ciudad africana en silencio. Solo las voces de los comentaristas y el aliento contenido de los oyentes indican que todavía queda algo de vida. Pasa lo mismo, sobre todo los fines de semana, cuando miles de personas acuden a los “cines” a ver los partidos de la Premier League, a media mañana o primeras horas de la tarde, y, luego, empalman con los de la Liga española. También se siguen las competiciones europeas y la Copa África de Naciones. El fútbol es tema de discusión, de peleas, levanta pasiones y mueve apuestas, como en cualquier otra parte del mundo. Al menos, en esto África no es diferente.
La mayoría de los niños africanos quieren ser futbolistas. Hasta hace poco era normal que dijeran que querían ser como Eto’o, ahora, cada vez más, también se escucha: “Quiero ser como Keita”. Por mucho que me duela (como madridista que soy), el Barça es el equipo más seguido en todo el continente. Cuando preguntas a los niños que por qué quieren ser como esos jugadores famosos, la respuesta es casi unánime: “Para tener mucho dinero”. Tan grande es el deseo de triunfar que muestran estos chavales, que se presta a todo tipo de abusos. Las mafias que viven del tráfico de personas han visto aquí la oportunidad para hacer negocios. La Federación Internacional de Fútbol, la FIFA, ha tenido que intervenir para advertir contra las falsas promesas hechas a los jóvenes jugadores.
Como en todas partes, los grandes futbolistas se han convertido en fuente de inspiración y modelo a imitar para muchos niños y jóvenes. La mayoría de los ídolos del fútbol africano juegan en ligas europeas. Esto conlleva que hay que estar pendiente de los campeonatos del viejo continente para verlos jugar. Gracias a la proliferación de las televisiones vía satélite, ahora se ven en directo los partidos. Se sigue mucho más las ligas extranjeras que la del propio país. Quizás Nigeria y Sudáfrica sean un poco la excepción, pero no mucho.
En los últimos tiempos, el título de Mejor Jugador Africano del año concedido por la BBC se ha convertido en el trofeo más importante que un futbolista del continente puede conseguir. Hace pocos días se hizo pública la lista de los cinco que optan al título en 2011. Todos ellos, aunque son parte de sus respectivas selecciones nacionales, se han formado y juegan, en la actualidad, en clubs europeos. Los elegidos son:
- Yaya Touré, de Costa de Marfil, que juega en el Manchester City.
- Gervinho, también de Costa de Marfil y que juega en el Arsenal.
- Andre ‘Dede’ Ayew, de Ghana (nacido en Francia) y jugador del Olympique de Marsella.
- Samuel Eto’o, camerunés nacionalizado español, que en la actualidad juega en el Anzhi Majachkalá.
- Seydou Keita, de Mali, que milita en el Barcelona.
- Yaya Touré, de Costa de Marfil, que juega en el Manchester City.
- Gervinho, también de Costa de Marfil y que juega en el Arsenal.
- Andre ‘Dede’ Ayew, de Ghana (nacido en Francia) y jugador del Olympique de Marsella.
- Samuel Eto’o, camerunés nacionalizado español, que en la actualidad juega en el Anzhi Majachkalá.
- Seydou Keita, de Mali, que milita en el Barcelona.
Los futbolistas que han conseguido este título en las cinco ediciones anteriores, también juegan en las ligas europeas. La excepción la representa el ganador de 2008, Mohamed Aboutrika, que siempre ha competido en equipos de su país, Egipto:
- 2010 el ghanés del Sunderland, Asamoah Gyan.
- 2009 Didier Drogba, procedente de Costa de Marfil y que juega en el Chelasea.
- 2008 Mohamed Aboutrika, egipcio del Al-Ahly.
- 2007 Emmanuel Adebayour, de Togo. En la actualidad juega en el Tottenham.
- 2006 Michael Essien, ghanés que milita en las filas del Chelsea.
En la primera división de la Liga española 2011-2012 hay 20 jugadores africanos, en la Premier son 37, y así podríamos seguir país por país. Todo buen futbolista que destaca en África es captado por un club europeo con la promesa de dinero y éxito. Las mejores selecciones de fútbol del continente tienen, como ya hemos indicado, a la mayoría de sus integrantes en el extranjero.
Por ejemplo, en la última Copa África de Naciones, celebrada en Angola en 2010, de los 196 jugadores que fueron convocados, el 52,71% jugaba en equipos europeos, de ellos 11 en la Liga española, 23 en la Premier o 57 en la Liga francesa, por citar solo algunos ejemplos.
Hace años, Samuel Eto’o, en una entrevista publicada en el períódico El País, puso al mismo nivel la avaricia europea por las materias primas de África (petróleo, diamantes) que por conseguir los mejores jugadores del continente: “Europa en vez de ayudar, pone la valla cada vez más alta y sólo mira a África para buscar petróleo, diamantes o futbolistas. Mientras los niños mueren de hambre”, dijo en 2005.
Parece que muchos equipos europeos buscan en África jugadores jóvenes que, tras unos años de formación, puedan ser vendidos y, así, aportar beneficios para el club. Estos jóvenes se convierten en una inversión, en un negocio más.
Algunos entendidos dicen que en aquí también se siguen muy vigentes los estereotipos que hay sobre África: no se buscan jugadores creativos. Al africano siempre se le identifica con el mediocampo o con el defensa central musculoso y atlético o con el central fuerte, alto y rápido. En cualquier caso, estos expertos dicen que Europa no permite que el fútbol africano desarrolle todo su potencial, lo mantiene al nivel actual para poder seguir controlándolo y sacando beneficios –sobre todo económicos- de él. Hasta en este campo, nunca mejor dicho, África estaría oprimida por los más poderosos. No sé mucho de estos manejos, pero seguro que hay personas que sí conocen si esto es verdad y me gustaría saber qué opinan sobre el asunto.
Podríamos seguir hablando de fútbol, pero lo dejo para otra entrada. Ya os hablaré de la relación entre este deporte y la magia negra o de que, poco a poco, se está consiguiendo que no sea solo cosa de hombres.
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