La fiscalía ordena investigar las denuncias de bebés robados en Huelva

La Fiscalía de Huelva ha ordenado a la Policía Judicial que investigue las denuncias sobre los casos de los bebés supuestamente robados nada más nacer en las décadas de los 60 y 70 en los desaparecidos centros Manuel Lois y el Hospital Provincial de La Merced.

Fuentes del Ministerio Fiscal han indicado a Europa Press que en la actualidad han recibido siete denuncias de supuestos robos de niños. En la mayoría de las denuncias, los familiares sostienen que, tras los partos, no dejaron a los padres ver a sus hijos y aseguran que nacieron sanos y que luego les comunicaron que habían fallecido por distintas causas.

Tras la apertura de la investigación, los agentes de la Policía Judicial recabarán información al respecto en centros hospitalarios, en cementerios y en los registros, aunque estas mismas fuentes han hecho hincapié en que "cada caso es distinto" por lo que se tratarán de manera independiente.

El número de familias en Huelva a las que supuestamente les robaron sus bebés nada más nacer ha ascendido a más de 30, familias que van a comenzar a realizarse pruebas de AND para depositarlas en el banco de AND puesto en marcha por la asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir).

Según informó a Europa Press la portavoz de la asociación en Huelva, Esperanza Ornedo, en estos últimos días más familias están realizando los trámites para incorporarse a la citada asociación y comenzar una lucha conjunta para esclarecer estos casos.

En cuanto a las pruebas de AND, Ornedo explicó que las familias afectadas comenzarán a hacerse las mismas con el fin de depositarlas en el banco de AND, el cual servirá para las familias biológicas que perdieron a un recién nacido o los propios niños que ya adultos sospechen haber sido secuestrados. En este banco se comprobarán las muestras genéticas y se verán si algunas llegan a coincidir.

En cuanto a la documentación que los familiares van encontrando, Ornedo señaló que se han hallado nuevas partidas de defunciones, legados de aborto u otros documentos que demuestran si el bebé fue enterrado en un determinado cementerio o no, aunque indicó que en el registro del cementerio municipal, al que tuvieron acceso, han detectado "irregularidades", es decir, según precisó, por ejemplo "no consta que muchos bebés, que supuestamente fueron enterrados en el citado cementerio, lo hayan sido verdaderamente".