Esperanza para niños
“La mayoría de las escuelas rectangulares de hormigón parecen cárceles”. La decisión de los arquitectos ecuatorianos David Barragán (1981) y Pascual Gangotena (1977), de al borde Arquitectos, fue crear un espacio acorde con una escuela activa, relacionada con el ambiente del lugar, Puerto Cabuyal, en Ecuador, donde la imaginación de los niños y su deseo de aprender despierte, no un lugar donde se reprime a los niños.
Comentarios
Es una idea excelente, integral, que no se limita a instalaciones sino a lo que siempre debieron ser este tipo de edificios: una puerta al conocimiento y la creatividad. ¡Felicitaciones!
Un buen ejemplo para demostrar que no es preciso un enorme presupuesto para hacer buena arquitectura. Mediante iniciativa y buen trabajo, se ha dotado a una comunidad carente de un espacio funcional e inspirador. Tomen nota, políticos, empresarios y arquitectos despilfarradores.
¿La estantería está torcida o es sólo un efecto óptico?La deconstrucción ha llegado a lo precario, algunos están tomando nota ya...Interesante proyecto si lo vemos desde la perspectiva económica, funcional, de contextualización local y temporal, de sensibilidad si se quiere...pero vamos, intentar venderlo desde posturas formalistas o de índole fenomenológica...que rápido se nos llena la boca a los arquitectos.
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