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Desalojado un edificio en Vicálvaro por peligro de derrumbe

Los daños son graves y los técnicos no descartan que se tenga que derribar

"¿Van a cortar la luz?". "¿Se va a quedar alguien vigilando el edificio?". Las dudas se multiplicaban para los vecinos del número 16 de la calle de Casalarreina, que han sido desalojados esta tarde de sus viviendas por peligro de derrumbe del edificio. Llevaban meses viendo crecer las grietas por sus paredes y hoy "ha reventado un pilar de hormigón", según explicaba sobre el terreno un técnico municipal.

El edificio, de cinco plantas y ladrillo visto, está asentado sobre terreno arcilloso. Los problemas de grietas son habituales en la zona, el barrio de San Juan de Vicálvaro. "Nosotros compramos el piso hace dos años y nadie nos dijo nada", contaba una vecina del tercer piso. Se ha enterado de todo al llegar de trabajar, cuando ya muchos habitantes del edificio lo habían abandonado y se habían ido a casa de familiares y amigos. El resto van a ser alojados en un hotel por el Samur Social, por lo menos hasta el domingo. Mientras esta vecina esperaba a que su marido cogiera algunas pertenencias básicas de su casa, acompañado de un policía, los técnicos municipales continuaban analizando los daños del edificio, apuntalando y colocando vigas de madera de sujeción. El inmueble había pasado la Inspección Técnica de Edificios.

Tres técnicos de la Dirección General de Ejecución y Control de la Edificación han salido a tranquilizar a algunos de los vecinos que se arremolinaban tras la cinta de seguridad colocada por la policía. Aunque sus noticias no eran muy halagüeñas: los daños son graves, la inspección se puede alargar y no se descarta el derribo. De momento, han dibujado unas marcas para comprobar si el edificio se sigue moviendo, como ha ocurrido hoy. "Lo más factible es que haya que hacer trabajos que duren por lo menos cuatro o seis meses", contaban los técnicos a los vecinos, con las maletas ya preparadas para ir al hotel designado por el Samur Social. "Pues nos apañaremos en nuestro piso pequeño", se resignaba la madre de otra vecina desalojada.

"Pero podremos volver a coger más cosas, ¿no?", preguntaba el del tercero. "Si cortan la luz que avisen, porque tenemos comida en la nevera", comentaba su mujer. "Grietas siempre ha habido, pero desde junio empezaron a ser más grandes y avisamos al Ayuntamiento, los técnicos vinieron en octubre", explicaba. "Se ven sobre todo en los bajos", apuntaba la mujer, "pero hay un tabique que tiene la misma grieta en todos los pisos". El pilar que ha reventado esta tarde está en la parte baja del edificio, en el que hay 20 viviendas. Hasta allí se ha acercado también Daniel Viondi, portavoz socialista de Urbanismo en el Ayuntamiento, que vivió muchos años en el barrio.

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