Un guardia civil mata en Madrid a un hombre que huyó de un control
El fugado llevaba dos días en busca y captura tras haberse saltado varios controles policiales
Ricardo H. C., español, de 38 años y con antecedentes policiales, llevaba dos días en busca y captura tras haberse saltado varios controles policiales, el primero en Ávila. Su huida concluyó anoche en la localidad madrileña de Villamanta, al suroeste de la región, donde murió tras recibir un disparo de un guardia civil. El fallecido intentaba atropellar por segunda vez al compañero del agente, que se encontraba herido de gravedad.
El conductor huía desde la localidad abulense de Sotillo de la Adrada, cercana al límite con Madrid, donde una dotación de la Guardia Civil le dio el alto sobre las 00.30. El conductor, en lugar de parar, intentó atropellar a los agentes y huyó. Poco después, unos ciudadanos comunicaron a la Guardia Civil que acababan de ser sacados de la carretera M-501, que une Sotillo de la Adrada con Navas del Rey, por lo que el instituto armado puso en marcha un dispositivo para darle alcance, comunicando la situación a todos los agentes de la zona.
Ya esperaban que pasara "algo así"
Una patrulla trató de darle el alto a la altura de Navas del Rey (Madrid) pero el fugado también los sacó de la carretera. Los agentes resultaron heridos, aunque no de gravedad. El vehículo policial quedó siniestro total. El sospechoso continuó su huida por la M-507 hasta Villamanta, donde dos patrullas de la Guardia Civil habían cortado la carretera, por lo que el sospechoso paró y dio marcha atrás, pero tuvo que detenerse porque le seguía otra patrulla, que le dio el alto. Eran las 23.00.
Al verse acorralado, El fugado arrolló a uno de los agentes y lo aprisionó entre los dos automóviles, el coche patrulla y el suyo, un Renault Laguna Gris. Ricardo puso primera y parecía alejarse del lugar, pero metió la marcha atrás con la intención de volver a atropellar al agente herido. Cuando su compañero observó el peligro que corría, trató de romper el cristal para impedirlo. No lo logró y se fracturó el dedo meñique. En ese momento abrió fuego, efectuó varios disparos y uno alcanzó al hombre, que murió en el acto.
El fallecido tiene antecedentes por suplantación de la personalidad en cinco ocasiones, por tenencia ilícita de armas, conducción temeraria y consumo de drogas. Era natural de la localidad madrileña de Cadalso de los Vidrios, a 25 kilómetros de donde han ocurrido los hechos. Los vecinos del lugar sostienen que era muy conflictivo y que esperaban que le ocurriera "algo así".
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