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La mujer asesinada en Alcorcón puso y retiró dos denuncias

Recibió amenazas de su marido como "te voy a rajar" o "mañana no se lo vas a contar a tu hijo" nueve meses antes de morir asfixiada

Se pudo haber evitado, porque Hortensia Martín Pérez, de 72 años, muerta ayer en Alcorcón (Madrid) a manos de su marido, le había denunciado nueve meses antes por malos tratos. Presentó una denuncia el 17 de febrero y pidió una orden de protección porque, entre otra lindezas, escuchó de boca de Carlos Domínguez Masero, de 74 años, amenazas del tipo "te voy a partir por medio", "te voy a rajar" o "mañana no se lo vas a poder contar a tu hijo". Sin embargo, apenas cuatro días más tarde ella misma retiró la solicitud de orden de protección y reclamó el archivo del procedimiento. El juez lo hizo. Y no era la primera vez. El 14 de enero también denunció a su esposo por pagarle con una escoba y luego retiró la denuncia.

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Según datos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Hortensia acudió el 17 de febrero a la comisaría de su localidad para denunciar que su esposo la amenazaba y la insultaba gravemente. La víctima aseguró que días antes se vio obligada a salir corriendo de su domicilio a casa de su hermana, desde donde telefoneó a su hijo para que la socorriera. Así, ambos se desplazaron a las dependencias policiales para interponer una primera denuncia. Ese mismo día, se le ofreció la posibilidad de solicitar una orden de alejamiento, a lo que esta accedió. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alcorcón incoó el 19 de febrero unas diligencias previas y citó a declarar al marido para el día 20.

Los cardenales, de los mareos

En su comparecencia, el supuesto agresor negó los hechos y declaró que su esposa tomaba medicamentos por los mareos y dolores de cabeza que sufría. Según dijo, nunca le llegó a pegar, aunque reconoció que lo intentó. Asimismo, el hombre manifestó que "jamás" la amenazaba de muerte, para añadir que era su hijo quién malmetía a la madre en contra de él. Además, el presunto maltratador justificó los cardenales que presentaba su mujer en las continuas caídas que sufría debido a los mareos que padecía. El mismo día 20, el Juzgado citó a la víctima, que no acudió. Un día más tarde, la volvió a citar para decidir sobre la orden de alejamiento. Hortensia se presentó acompañada de un abogado de oficio, pero retiró la solicitud de orden de protección, tras lo que reclamó el archivo del procedimiento.

El juez acordó entonces el sobreseimiento provisional del caso, al no mostrarse debidamente justificada la perpetración del delito. Tras una nueva intervención policial, el médico forense intentó el 12 de marzo examinar a Hortensia por un parte previo de lesiones aportado por el Summa. La mujer rechazó el reconocimiento forense y renunció a "toda acción civil o penal" contra Carlos. Los hechos que propiciaron estas diligencias vienen recogidos en un parte de la Policía Municipal, fechado el 14 de enero. En el documento, se recogía que Hortensia había sufrido un día antes "malos tratos por parte de su marido", que consistían en "un golpe con un palo de la escoba". La víctima contó a los agentes que sufría "varios problemas mentales" y que estaba siendo tratada por servicios sociales.

"No se observan indicios de violencia en el domicilio y no presenta aparentemente lesión alguna, por lo que los agentes proceden a trasladar a esta mujer al servicio de asistencia a la víctima para realizar la correspondiente denuncia", añadía el parte. Al retirar esta denuncia, la víctima manifestó que su marido no le había agredido con un palo de escoba y que la chica que va a ayudarles en las labores de la casa fue la persona que llamó a la Policía. Hortensia expresó entonces su deseo de que se archivara el procedimiento, puesto que no había vuelto a sufrir malos tratos. Según el TSJM, desde esa fecha, 12 de marzo no existen más denuncias. La concejal de la Mujer de Alcorcón, Adela Otero, ha pedido a las mujeres maltratadas que "no retiren en ningún momento la denuncia", porque es la "única forma de actuar. También ha insistido en que, una vez interpuesta la denuncia, las afectadas se dirijan a los servicios municipales para recibir el apoyo que necesiten tanto en órdenes de alejamiento como en casas de acogida, entre otros recursos existentes para ayudarlas.

En su pueblo natal

Cientos de vecinos de Alcorcón -más de 700 según la policía local- han guardado hoy cinco minutos de absoluto silencio ante el Ayuntamiento de la ciudad para condenar el asesinato de la vecina septuagenaria. Este homicidio "sin duda es fruto de una cultura machista, de superioridad del hombre sobre la mujer, que es intolerable" que "hay que desterrar de manera inmediata", ha afirmado al alcalde, el socialista Enrique Cascallana, después de expresar su solidaridad con la familia y amigos de Hortensia. Cascallana ha aclarado, no obstante, que el Ayuntamiento prestaba a la asesinada, a través de la Concejalía de Servicios Sociales, ayuda a domicilio para tareas domésticas. De hecho, fue una trabajadora municipal la que alertó ayer a sus hijos porque nadie abría la puerta del domicilio en la que fue encontrada muerta con signos de asfixia. Había fallecidos dos días antes.

Trabajadores y diputados de la Asamblea de Madrid también han guardado cinco minutos de silencio a las puertas de la Cámara autonómica para condenar el asesinato. A la concentración han acudido miembros de la Mesa del Parlamento regional, la vicepresidenta de la Cámara, Cristina Cifuentes, el portavoz del PP, David Pérez, la portavoz de IU, Inés Sabanés, y diputados del PSOE. También han recordado a Hortensia un centenar de personas frente a la Subdelegación del Gobierno en Zamora. Hortensia era natural de Gallegos del Pan (Zamora). Una hora antes de la concentración, el Ayuntamiento de Gallegos del Pan celebró un pleno extraordinario que decretó un día de luto oficial. En el edificio consistorial las banderas ondean a media asta.

Diputados regionales de todos los grupos políticos guardan cinco minutos de silencio en la puerta de la Asamblea de Madrid para protestar por la muerte de la mujer en Alcorcón.
Diputados regionales de todos los grupos políticos guardan cinco minutos de silencio en la puerta de la Asamblea de Madrid para protestar por la muerte de la mujer en Alcorcón.EFE

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