El petróleo cierra en mínimos de seis meses por el débil consumo en EE UU
Los inventarios de crudo aumentan en la primera potencia mundial y desbaratan los esfuerzos del cartel de la OPEP
La debilidad de la demanda de gasolina en Estados Unidos pesa más que la tensión en Oriente Próximo. El inesperado crecimiento de los inventarios de crudo y de las reservas de carburantes en el primer consumidor mundial han llevado al petróleo Brent a retroceder casi un 5% este miércoles, su segunda mayor caída en un mes, hasta su nivel de cierre más bajo desde finales de noviembre del año pasado.
Las reservas de crudo crecieron en 3,3 millones de barriles, hasta un total de 513 millones, según la información publicada este miércoles por el Departamento estadounidense de Energía (EIA, por sus siglas en inglés). La expectativa de los analistas era que esta cifra cayese en 3,5 millones de barriles, de ahí que el precio del crudo sufriese una corrección brusca. Por si fuera poco, las reservas de gasolina en EE UU aumentaron en una cantidad similar por la debilidad de la demanda en plena temporada de verano, la de mayor consumo.
"La debilidad de la demanda de gasolina está arrastrando al petróleo a la baja", valora John Kilduff, socio de la firma Again Capital, en declaraciones a la agencia Reuters. "Estas cifras representan un retroceso en el esfuerzo conjunto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de algunos países no miembros" para estabilizar los precios, añade Abhishek Kumar, analista senior de Interfax Energy’s Global Gas Analytics. "Sin embargo, sin disminuciones persistentes en las reservas de petróleo de EE UU, el proceso podría ser dolorosamente lento".
Las compañías petroleras a ambos lados del Atlántico replicaron en Bolsa la fuerte caída del crudo de este miércoles. La estadounidense ConocoPhillips y la italiana ENI se llevaron la peor parte.
Como telón de fondo está el factor que ha provocado la notable caída del petróleo en el último lustro: el enorme aumento de la extracción de crudo fracking en EE UU, que ha situado al país norteamericano como primer productor mundial. El abaratamiento del petróleo que se extrae mediante esta técnica —cada vez más asequible— ha elevado la oferta mundial y obligado a los países productores tradicionales a buscar fórmulas para estabilizar la cotización del crudo. En septiembre del año pasado, el cartel de la OPEP —liderado por Arabia Saudí— firmó un primer pacto para recortar su producción y reequilibrar así el mercado. Posteriormente se sumó Rusia y todos los actores implicados reeditaron su acuerdo el mes pasado. Pero el auge de la fracturación hidráulica —ya son 20 semanas de aumentos en el número de torres de perforación activas en EE UU— y el aumento de la eficiencia en el consumo parecen estar ganando la partida.
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