Un estafador consiguió más de 100.000 euros prometiendo trabajo a parados
Cobraba hasta 1.000 euros a cada desempleado haciéndose pasar por un influyente político del PP que podía conseguir empleos en Cádiz
Ni era un político muy influyente del PP, ni tenía en su mano dar trabajo o impartir cursos de formación. Tampoco tenía la potestad para traspasar la explotación de casetas de feria o de plazas de toros. Ni siquiera obraba en su poder un milagroso limpiador de plata para las cofradías de la Semana Santa. Sin embargo, supuestamente Manuel Arana fue capaz de hacer creer a parados, empresarios y cofrades de todos estos atributos y que era el conseguidor de todo ello y más. Así fue como aparentemente tejió una estafa en la que ya se estima que se hizo con un botín de más de 100.000 euros y en la que pudo engañar a más de 100 personas, la mayoría en la provincia de Cádiz.
Arana fue detenido el pasado mes de octubre de 2015 en la ciudad gaditana de El Puerto de Santa María, acusado de estafar a casi medio centenar de desempleados de Benalup-Casas Viejas. Sin embargo, desde entonces el número de denuncias contra él no ha parado de aumentar en otras localidades de la provincia, como San José del Valle, y fuera de ella, como Morón de la Frontera (Sevilla). Se espera que la investigación judicial, que aún está en curso y bajo secreto de sumario, arroje más casos de posibles estafas.
Tanto es así que, según publica Diario de Cádiz, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Chiclana de la Frontera ha redactado el auto de complejidad que hará que la investigación pueda alargarse hasta un año y medio. Además del retraso, esta medida hará que presumiblemente el caso sea enjuiciado en la Audiencia Provincial de Cádiz.
De momento, las denuncias han permitido descubrir un procedimiento que repetía con todos los desempleados, la mayoría de los estafados. Buena parte de estos parados afectados son defendidos por la abogada Ana Dávila, que representa a 46 de ellos, procedentes de Benalup. Ellos fueron los que destaparon la supuesta estafa al animarse a denunciar lo ocurrido con Arana. Éste se presentaba ante ellos como un influyente miembro del PP que podía darles trabajo si realizaban con él un curso de formación. Para ello, les pedía cantidades que iban de los 600 a los 1.000 euros, dependiendo de si los desempleados les ponía en contacto con otros interesados en su misma situación.
Así fue creando “un sistema piramidal”, según explica Dávila, en el que hay varios miembros de una misma familia entre los afectados. Sin embargo, el supuesto engaño se realizaba con el cuidado suficiente para que los distintos grupos no entraran en contacto entre ellos y no sospecharan.
Hubo familias que, incluso, llegaron a rehipotecar sus viviendas para poder tener el dinero que les pedía Arana. Otras llegaron a entregarle hasta más de 3.000 euros por colocar a tres miembros de la misma unidad familiar. Habitualmente, ofrecía puestos en el mantenimiento de carreteras, para los que los desempleados necesitaban una formación que se llevaba parte de lo que ellos pagaban. Incluso a un denunciante de San José del Valle llegó a prometerle un puesto de encargado con 3.000 euros de sueldo y vehículo de empresa. Para montar sus artificios, se cree que no dudó incluso en recurrir a terceras personas que se hacían pasar por personal de la Diputación
De los toros a la Semana Santa
“Debemos pensar que podría haber gente alrededor que le apoyaba, por lo que puede que exista una pequeña trama”, explica Dávila con el conocimiento de los diversos casos que defiende. De hecho, en los últimos días se ha conocido la denuncia de un empresario de Morón que le pagó 1.800 euros por explotar la barra de la caseta municipal de la Feria de Puerto Real. Para convencerle, el denunciante explicó que Arana incluso llegó a presentarse con una mujer que simuló ser la delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Puerto Real.
Otro empresario de San José del Valle también ha denunciado que llegó a abonarle 30.000 euros a plazos durante cuatro meses. El destino de ese dinero era hacerse con la explotación de la barra de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María, localidad en la que Arana residía y en la que llegó a ser miembro de la junta de gobierno de la hermandad de Semana Santa. Precisamente, a cofradías de Jerez y Sevilla llegó a vender unos limpiadores de plata con supuestas extraordinarias cualidades.
Ahora, la Justicia deberá investigar la trascendencia y el alcance de todas las supuestas estafas de Arana, en libertad con cargos desde octubre de 2015. Por su parte, Dávila solicita que se considere que el gaditano de 32 años cometió un delito continuado de estafa (penado con hasta ocho años de prisión), debido al elevado botín con el que se hizo y a que afectó “a un bien de primera necesidad, como el trabajo”. “Mis defendidos lo único que quieren es que se castigue lo ocurrido para que no vuelva a pasar a nadie más. Es muy duro que jueguen con las esperanzas de personas sin trabajo”, sentencia la abogada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.