Pesimismo del FMI y Bruselas sobre el crecimiento económico de Portugal
El déficit se disparará al 3,2% y el aumento del PIB no pasará del 1,6%, según las previsiones más optimistas
La troika ha pasado por Portugal y ha dejado un paquete de malos augurios. Durante una semana, los representantes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea han estado en Lisboa revisando las cuentas públicas. Era su tercer examen tras haber concluido en la primavera de 2015 el programa de rescate financiero del país. El examen del FMI se ha emitido a la vez que las previsiones invernales del Ejecutivo comunitario. Ambos análisis coinciden en su visión pesimista, aunque no en las cifras.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula el déficit de Portugal para 2016 en un 3,2%, ocho décimas más que el Gobierno. Hay un agravamiento del saldo estructural primario de 0,8% puntos y la economía va a crecer menos que el año pasado, solo un 1,4%, pero una décima más que en 2017.
El FMI califica de optimista el cálculo del impacto que van a tener las medidas del Gobierno socialista para estimular el consumo privado. Aunque señala que se hicieron muchas cosas en el pasado para salir de la crisis, anuncia que hay que seguir en ese camino pues se mantienen tres grandes lastres en la economía portuguesa: la deuda del sector privado, aún muy alta, lo que dificulta la inversión; un sector bancario aún con balances muy débiles y no exento de sorpresas, y unas estructuras rígidas en varios sectores, que dificultan la competencia, y con un mercado laboral rígido, más aún con las anunciados cambios del Gobierno socialista.
El informe del FMI ha sido contestado inmediatamente por el Gobierno portugués, que hace constar que su análisis no ha tenido en cuenta los cambios presupuestarios que ha realizado esta semana a petición de la Comisión Europea. Para mañana viernes, se ha convocado una reunión extraordinaria de la comisaría de Economía para analizar si el presupuesto portugués se mantiene en el listón de "incumplimiento particularmente serio" o, tras los reajustes, ha quedado en un simple "riesgo de incumplimiento" del Pacto de Estabilidad.
Esta institución ha emitido hoy también sus Previsiones de invierno, según los presupuestos de cada país miembro. En el caso de Portugal, a falta de presupuesto definitivo, que no estará hasta marzo, la CE dice que el déficit público se disparará al 3,4% (4,2% en 2015; el Gobierno prevé el 2,4% para este año), dos décimas por encima de lo que dice el FMI.
“Portugal se encuentra en una recuperación económica gradual pero en medio de elevados desequilibrios presupuestarios”, resumen los expertos de la Comisión. Bruselas prevé que la economía portuguesa crezca un 1,6% (el Gobierno decía primero el 2,1%, ahora el 1,9%), dos décimas más que el pronóstico del FMI.
Respecto al déficit estructural, el caballo de batalla en las negociaciones entre Portugal y Bruselas, la CE prevé un agravamiento, que seguiría al de 2015, que subió un 0,5%.
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