La farmacéutica Pfizer eleva a 71.400 millones su oferta por AstraZeneca
La estadounidense trata de superar las reticencias de los accionistas de su rival La operación sería la mayor adquisición de una firma británica por parte de un grupo extranjero
El balance de las grandes multinacionales estadounidenses rebosa de efectivo y buena parte lo amasan en el extranjero. Repatriar ese capital le llevaría pagar más impuestos al Tío Sam. Así que para ponerlo a funcionar, deciden invertirlo a lo grande en Europa. Es la idea de la farmacéutica Pfizer. Tras una primera negativa, vuelve a intentarlo con su rival británica AztraZeneca en una operación de fusión que podría superar los 100.000 millones de dólares. Sería, de concretrase, la mayor de Pfizer, la mayor de la industria y la mayor en Reino Unido.
El intercambio de declaraciones enfrentadas publicadas por las dos compañías este lunes se interpreta en realidad en Wall Street más como un acercamiento, hasta el punto de que las acciones de la compañía británica se apreciaron más de un 15%. La semana pasada ya lo hizo un 8%, al circular los primeros rumores. Pfizer, como General Electric en el caso de la industrial francesa Alstom, se pueden permitir actuar en este momento como verdaderas depredadoras. Pero AstraZeneca tampoco se lo va a dejar a precio de saldo.
En una nota, la británica considera que la anterior oferta que puso sobre la mesa en enero no era “atractiva” y, por tanto, no representaba el valor de la compañía. Eso, según los analistas, podría llevar a la estadounidense a pagar más. El último contacto entre las dos multinacionales se produjo el pasado sábado. La dirección de AstraZeneca insiste en que se ve mejor como una empresa independiente, pero el comunicado muestra que está también dispuesta a discutir.
Pfizer, en una comunicación al regulador bursátil en EE UU, señala que está considerando sus opciones. Ahora tiene exactamente un mes para que formalice su oferta, de acuerdo con la legislación de Reino Unido. La oferta original de inicios de año ya representaba una prima del 30% para los accionistas de AstraZeneca. Pero el alza en su cotización en las últimas semanas se lo ha comido literalmente, por lo que se ve inevitable que tenga que endulzarla.
Los expertos de los bancos de inversión en el sector farmacéutico están muy entretenidos desde hace una semana haciendo cálculos. Pfizer es la mayor compañía del mundo en la industria por ingresos. En el pasado recurrió a la vía de las adquisiciones para crecer. Pero una compra de este tamaño puede tener efectos de gran calado en su estructura. Además, las alianzas transatlánticas suelen ser muy complejas por cuestiones culturales y reguladoras.
AstraZeneca, por su parte, es en este momento una de las más vulnerables entre las grandes compañías del sector. Su principal atractivo estaría en los nuevos tratamientos que desarrolla para el cáncer. Al perder la protección de las patentes en productos como la Viagra o el Lipitor, los medicamentos más caros se convierten en una opción para compensar la pérdida de ingresos. Pero esos requieren de una fuerte inversión en investigación y desarrollo.
En el caso de Reino Unido, además, existen incentivos para que las compañías farmacéuticas produzcan allí sus tratamientos, junto a la elevada protección que se da a la propiedad intelectual. Si al final Pfizer se hace con AstraZeneca, será la mayor compra extranjera de una empresa cotizada en el país. Como en el caso de Alstom, se espera que este tipo de operaciones creen un importante revuelo político por sus consecuencias en una industria clave.
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