Medio millón de españoles sufre acoso moral en el trabajo
Los empleados de las administraciones públicas son los más afectados por el 'mobbing'
Un informe presentado por el Instituto de Estudios Laborales asegura que 480.000 trabajadores españoles, el 3% del total, sufre acoso moral en el trabajo. En el conjunto de la UE el porcentaje de afectados sube al 4,5%. Esta nueva enfermedad, conocida como mobbing, y las bajas médicas que acarrea, supone a las empresas un coste mínimo de entre 20.000 y 100.000 euros, lo que significa una caída en la productividad de entre el 1 y el 2%.
El estudio, elaborado por la empresa Ranstad, asegura que tan sólo el 0.01% de los afectados denuncian en los tribunales el acoso al que son sometidos por sus superiores en el trabajo. "Esta situación evidencia la quiebra o falta de mecanismos de prevención de riesgos laborales psisosociales puesto que en definitiva el acosador parece estar logrando el resultado perseguido: la marcha del trabajador de la empresa", señala el informe.
Los sectores más afectados por el acoso moral en el conjunto de la UE son los de Administraciones Públicas y Defensa (un 14% de los afectados), seguidos con un 12% por Educación, Salud, Hostelería y Transporte, y Comercio (9%). En España, la situación de los funcionarios públicos se agrava al no ser de aplicación el Estatuto de los Trabajadores, con lo que las inspecciones de trabajo no son competentes.
El 75% de los acosadores son jefes
En cuanto a los acosadores, el 75% son jefes y el 20% compañeros, aunque los autores del estudio aseguran que ser jefe no supone una garantía para no ser acosado. El informe destaca también que el 80% de los acosados dice no recibir ningún apoyo de la organización o de los propios compañeros.
Respecto a la situación de las mujeres, esta investigación constata que sufren más intimidación, un fenómeno que el informe considera más leve que el acoso, que los hombres y que un 36% son acosadas por el simple hecho de serlo.
Los factores que fomentan el mobbing son los cambios organizativos constantes por grandes incertidumbres en la empresa, las reestructuraciones internas, las políticas de reducción de costes, las compañías con estilos de dirección autoritarios, las situaciones de falta de armonía entre grupos y los entornos poco solidarios.
