La asamblea de Sintel decide aceptar el plan del Gobierno y levantar el campamento
La recolocación de los trabajadores comenzará el próximo 1 de septiembre.- Conluyen así seis meses de acampada en el centro de Madrid
El secretario general de la Federación Minerometalúrgica de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha confirmado que la recolocación de los trabajadores comenzará el próximo 1 de septiembre, proceso que tendrá un plazo de seis meses.
El acuerdo, que ha obtenido únicamente 8 votos en contra y 9 abstenciones en una votación en la que han participado más de 1.000 personas, contempla un plan económico y social para los 1.808 trabajadores de la ex filial de Telefónica. Entre las medidas propuestas por el Gobierno está la recolocación de entre 800 y 1.000 trabajadores en empresas del sector, así como un programa de jubilaciones anticipadas y bajas incentivadas.
Además, a partir del próximo lunes, los trabajadores cobrarán un anticipo de entre 1,2 y 1,3 millones de pesetas sobre las nóminas atrasadas, después de que la asociación de trabajadores de Sintel y el BBVA firmaran esta mañana un crédito de 2.500 millones de pesetas, con el respaldo del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).
Antes de la asamblea, que ha comenzado a las 13.15, con más de una hora de retraso, se han producido episodios de tensión entre los trabajadores acampados en la Castellana y aquellos que nunca acudieron a él.
Una merecida celebración
Los trabajadores festejan ya el acuerdo en el campamento improvisado que montaron hace seis meses y que, a través de las anécdotas que todos cuentan de los difíciles meses transcurridos, parece que ya forma parte del recuerdo.
"Hemos demostrado que con respeto, confianza y unidad se puede conseguir mucho", aunque queda lo más duro "el recuerdo de los que ya no están" -siete personas han fallecido desde la quiebra de la empresa por ataques al corazón y otras siete por suicidio-, aseguraba uno de los dirigentes sindicales.
"Ahora hay que cerrar un paréntesis y seguir la vida con esperanza y la confianza de que esta lucha servirá a muchos en el futuro", concluye.
Todos los enseres, electrodomésticos, mantas y alimentos sobrantes y almacenados durante estos meses de lucha serán cuantificados y donados a la Cruz Roja y otras organizaciones no gubernamentales que lo destinarán a quienes más lo necesitan.
Y a partir de mañana comenzarán a levantar el campamento, con la intención de completar la limpieza de la Castellana antes del lunes.
El Gobierno ha mostrado su satisfacción según ha explicado el portavoz del Ejecutivo Pío Cabanillas.
Crédito de 2.500 millones
Además, la propuesta del Ejecutivo contemplaba la concesión de un crédito de 2.500 millones de pesetas (15 millones de euros) para pagar a cada trabajador entre 1,3 y 1,4 millones de pesetas, como adelanto de las once nóminas que la empresa les adeuda desde que se declaró en suspensión de pagos, hace más de un año.
Este crédito ha sido formalizado esta mañana por el BBVA y una sociedad civil, formada por los trabajadores y por los sindicatos UGT y CCOO, que será la encargada de gestionar el dinero. El préstamo cuenta con un aval de 4.000 millones del Fondo de Garantía Salarial. Los trabajadores podrán empezar a cobrar el dinero a partir del próximo lunes.
La sociedad civil de los trabajadores de Sintel recibirá también 25.000 millones de pesetas (150 millones de euros) para llevar adelante las jubilaciones, otro de los puntos a los que se había comprometido el Gobierno.
"Una propuesta confusa"
El comienzo del desbloqueo del conflicto llegaba el pasado día 19 de julio cuando el Gobierno lanzó la propuesta de recolocar a la mitad de la plantilla de Sintel (unos 900 trabajadores) en empresas del sector. La respuesta del comité intercentros de la empresa fue negativa ya que calificaba la propuesta gubernamental de "confusa"; sin embargo, ésta contaba con el respaldo tácito de UGT y CC OO pero también con la pretensión clara por parte de los sindicatos de que Telefónica "restituyera" los empleos destruidos con la quiebra de la empresa. Esto era al menos un comienzo.
Sólo cinco días después, los sindicatos anunciaban que aceptaban el plan del gobierno pues "suponía una base de partida aceptable para resolver el conflicto" aunque sujeto a tres puntos que había que aclarar: las jubilaciones anticipadas y las bajas incentivadas previstas en el proyecto, la oferta de empleo para los trabajadores y el pago de los salarios atrasados. Se pasaba así de calificar la oferta del gobierno de "oscura" a considerar que ésta era "una buena salida".
Pago de atrasos
El día 31, y con las vacaciones de verano presionando positivamente para forzar la firma de una solución final, gobierno y sindicatos negociaban a contrarreloj tres cuestiones espinosas: el tipo de contratos que tendrían en sus nuevas empresas, cómo se las pagaría la antigüedad o cuándo se abonarían los atrasos.
Finalmente, el Ministerio de Trabajo aprobó, el día 1 de agosto el expediente de regulación de empleo de los 960 trabajadores desempleados de la empresa. Sólo quedaba entonces la aprobación de un crédito que garantizara a los trabajadores el cobro de las nóminas para dar carpetazo virtualmente al conflicto.
Terminan así no sólo con los seis meses de acampada, sino con más de cinco años de lucha desde que, en marzo de 1996, el empresario y político cubano Jorge Mas Canosa comprara la empresa, a través del grupo Mas Tec, a Telefónica.
