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Reportaje:

Ilusión olímpica, pero menos

Madrid intenta por tercera vez consecutiva organizar los Juegos, en plena crisis, con mucho menos respaldo económico de Ayuntamiento y empresas privadas, y menor apoyo ciudadano que en las intentonas previas

A quién no le ha sucedido en alguna ocasión desear algo con anhelo inconcebible y verlo negado una y otra vez... y, sin embargo, obtenerlo cuando ya no se esperaba, cuando casi se había abandonado la esperanza, cuando el esfuerzo por lograrlo se había dirigido ya a otros objetivos. Así, sin forzar la máquina, aprovechando la carrerilla, casi pensando en otras cosas aunque sin descuidar las apariencias, podría convertirse Madrid en la organizadora de los Juegos Olímpicos de 2020. Así, y para sorpresa de una parte de la ciudadanía que respalda este sueño pero con menos ahínco que los dos intentos anteriores, y, sobre todo, para otra que ignora incluso que la capital sigue erre que erre detrás de una aspiración que dura ya casi tres lustros.

"Es un razonamiento lógico", asegura Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), sobre sus palabras del pasado lunes, cuando, durante la presentación del logotipo de Madrid 2020, admitió su "preocupación íntima" por la posible falta de respaldo ciudadano. Y añade en conversación con este diario: "Hemos pasado por dos candidaturas, y sobre todo por la enorme decepción de Copenhague

[en octubre de 2009, Río de Janeiro logró los Juegos de 2016 en la capital danesa]. Ha habido una serie de movimientos de protesta [en referencia al 15-M], la situación económica es muy mala y teníamos la preocupación de que la sociedad no viera la candidatura como queremos. Pero gracias a Dios la encuesta ha dado un resultado espectacular".

Madrid entregará el próximo 15 de febrero al Comité Olímpico Internacional (COI) el cuestionario técnico previo a convertirse en aspirante. Lo harán también Bakú (Azerbaiyán), Doha (Catar), Estambul (Turquía), Roma (Italia) y Tokio (Japón). Para pasar el corte es necesaria una nota media mínima de seis. En principio, todas las ciudades podrían superar el trámite aunque, por lo general, suele caer al menos una candidata. Madrid obtuvo un 8,3 en 2012 y un 8,4 en 2016. Blanco da por hecho que en esta ocasión también aprobará con creces.

El COI valora los siguientes aspectos: visión, concepto y legado; deportes y sedes; medioambiente y meteorología; alojamiento; transporte; sanidad y control antidopaje; seguridad; tecnología y energía; aspectos legales, aduanas e inmigración; márketing y finanzas... y el apoyo tanto de las autoridades estatales, regionales y municipales, como de la ciudadanía. Para demostrar este último, Madrid presentará una encuesta realizada entre el 27 de diciembre y el 10 de enero mediante 2.000 entrevistas telefónicas: 600 en la capital (con un margen de error del 4,1%), 400 en la región (5%) y 1.000 en el resto del país (3,2%). El 63,5% de los ciudadanos preguntados estaba al tanto de la candidatura, y el 81,4% dijo respaldarla, frente a un 9,1% que se mostró contrario y un 9,5% al que le era infiferente. El sondeo concluyó que existen "carencias" en cuanto al grado de conocimiento de la candidatura, que achaca a que, al ser la tercera consecutiva, la repercusión mediática está siendo menor, y a la reducción del presupuesto asignado a la primera fase del proyecto.

En 2006 Madrid contaba con un respaldo ciudadano del 91%, pero los Juegos de 2012 se los quedó Londres, con solo el 68% de apoyos. Un año después, digerido el disgusto, la capital volvió a intentarlo. Al principio contaba con un sustento popular del 77%. Corría junio de 2007, la etapa de mayor prosperidad que se recuerda. Un tercio de los encuestados apoyaba la candidatura porque pensaba que traería infraestructuras. Dos años después el respaldo había crecido al 85%. Una vez más, el mayor de todas las candidatas. Pero ganó Río, con solo el 71%.

El pasado mes de junio, Alberto Ruiz-Gallardón (PP) anunció el tercer intento, en medio de una profunda crisis económica que desde entonces no ha hecho sino empeorar. El exalcalde defendió que la mayor parte de las inversiones ya están hechas, que no se hará ninguna más hasta no conocer la decisión del COI, y que, en cualquier caso, en un proyecto tan a largo plazo, la crisis ya será historia cuando llegue el momento de acometer lo que falta.

Pero no convenció ni a su propio partido. "Dos veces son suficientes; no me metería otra vez en ese jardín", dijo el entonces secretario general del PP madrileño, Francisco Granados. En la oposición Gallardón contó con el respaldo del líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky (que ya apoyó los dos intentos anteriores como secretario de Estado para el Deporte), y el voto (poco) en contra de IU y (muy en contra) de UPyD. En la presentación del logotipo de la candidatura el pasado lunes participaron, para escenificar su apoyo, el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, y el vicepresidente regional, Ignacio González.

Alejandro Blanco defendió ese día la candidatura usando la crisis no como baldón, sino como motor y motivo: "Queremos, deseamos y podemos [organizar los Juegos], y además los necesitamos". La economía es, en efecto, el factor fundamental de apoyo o rechazo ciudadano. El 24,2% de los encuestados menciona que los Juegos generan ingresos, son un escaparate (12,7%) y atraen turismo (11,6%). Los que rechazan la candidatura alegan que no es prioritaria (31,5%), generaría un alto gasto en infraestructuras (26,5%) y que solo presentarse ya implica un coste enorme (12,7%).

"El ciudadano puede estar tranquilo. Vamos a hacer una candidatura austera. Pero sin ese gasto inicial no es posible llegar a la meta. Los beneficios, en cualquier caso, superarán a la inversión, aunque no se consigan los Juegos. Durante dos años Madrid va a estar recorriendo el mundo, ofreciendo la mejor imagen de España, la del éxito deportivo y organizativo", cree Blanco.

En noviembre, Madrid 2020 recibió 600.000 euros del Ayuntamiento para ponerse en marcha. En los presupuestos municipales de este año cuenta con siete millones de euros. El Gobierno local planea gastar 11,5 millones, prácticamente la mitad de los 22,4 millones de Madrid 2016 (que contó además con 21 millones de patrocinadores privados). En esta ocasión, los organizadores esperan conseguir 11 millones de euros en patrocinios, es decir, casi la mitad que en Madrid 2016. Así, el coste total de la candidatura ascendería a 22 millones, frente a los 37,8 millones de la ocasión anterior. Han contactado ya con grandes empresas, y en dos meses esperan conocer el resultado. "Los primeros pasos están siendo superpositivos", explica Blanco. "Somos conscientes de la situación, y por eso hemos disminuido el 20% el dinero para patrocinio". El Ayuntamiento también ha tanteado a las empresas estratégicas, que están dispuestas a colaborar pero han aclarado que no tienen el mismo presupuesto que otras veces, según un portavoz oficial.

Madrid 2020 ofrece cuatro niveles de patrocinio, dependiendo de la presencia de la marca, que oscilan entre 800.000 y 40.000 euros. A la primera categoría, la más generosa económicamente, espera sumar a 8 o 10 empresas, según explica Alfonso Rodríguez, director de Comunicación y Márketing. Hay un último nivel, denominado "amigo de Madrid 2020", con escasas contraprestaciones, para quien quiera colaborar (hoteles, restaurantes, etcétera).

"Una conclusión de la encuesta es que no hay mucho conocimiento de que Madrid se presenta de nuevo", añade Rodríguez, lo que espera paliar con una campaña de publicidad que comienza la próxima semana en la capital. Pero que nadie espere una profusión de actos espectaculares de apoyo. "Tenemos menos capacidad para hacer acciones en la calle, que además tendrán que tener un coste evaluable", señala el Ayuntamiento. La apuesta principal son las redes sociales, baratas y con gran implantación. "Habrá además que hacer cuatro cosas en la calle, porque no todo el mundo está en Internet", añade el portavoz municipal. "Tenemos que adaptarnos a la situación, y la comunicación ha evolucionado hacia las redes sociales. Pero lo principal es llegar a los miembros del COI", añade Blanco. En cualquier caso, hasta enero de 2013 no puede ponerse en marcha la campaña internacional, como dictan las reglas del COI, así que Madrid se esforzará entretanto en atraer el apoyo de los más reticentes.

Entre estos últimos se cuenta el segmento de población de 24 a 34 años. Para convencerlos, se organizarán concursos tanto a nivel general como de escuelas especializadas. ¿El premio? El mejor posible en estos tiempos: una oportunidad laboral. Así, por ejemplo, se ha apalabrado un concurso de fotografía (los habrá también de periodismo, guiones o arquitectura) con la agencia Getty. Los ganadores formarán un grupo de trabajo en eventos deportivos, explica Rodríguez.

¿Valdrá la pena este esfuerzo? ¿Ganará Madrid a la tercera? "Sinceramente, creo que, si llegamos a la final, el resto de rivales serán todas peligrosas", dice cauteloso Blanco. Pero las cuentas en la candidatura y en el Ayuntamiento son optimistas. La norma no escrita de rotación de continentes favorece en esta ocasión a la capital, toda vez que no hay una aspirante africana. Pero bien sabe Madrid que las cábalas solo sirven para dar trabajo a los barrenderos al día siguiente. La solución: el 7 de septiembre de 2013 en Buenos Aires.

¿Está ya construido el 80% del proyecto?

- El Ayuntamiento y el COE defienden este aspecto como garantía de que el desembolso económico será mínimo hasta conocer la decisión del COI.

- El porcentaje exacto de infraestructuras deportivas construidas es del 81,5% según los criterios olímpicos, que contabilizan como tales las iniciadas y aún sin finalizar. Así, 27 especialidades tendrían ya sede, y siete todavía no. Pero dos de estas últimas tendrán instalaciones temporales, que tampoco se contabilizan.

- En cualquier caso, cuando se habla de infraestructuras también se están teniendo en cuenta carreteras, hoteles o enlaces en AVE con las subsedes olímpicas, por ejemplo.

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