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El diario económico francés 'La Tribune' deja de salir en papel y pasa a ser digital

Después del histórico France-Soir, la guadaña de la crisis ha caído sobre uno de los diarios económicos de referencia en Francia, La Tribune. El periódico, fundado en 1985 y que destacaba por su claridad en la presentación de las noticias, imprimió este lunes su último ejemplar y pasará a ser digital, aunque los nuevos dueños anunciaron que desde abril será también un semanario en papel.

El motivo del cierre parcial del periódico son las elevadas pérdidas de la cabecera, que durante años fueron cercanas al millón de euros diarios y pusieron a la empresa en situación de quiebra judicial en diciembre pasado. Ahora, los administradores del Tribunal de Comercio de París han autorizado su venta a un consorcio del sector de la prensa, un tándem formado por los grupos France Économie Regions y Hi-Média.

La Tribune elaborará su edición de Internet con menos de la tercera parte de la plantilla actual, que era de 165 trabajadores, 70 de ellos periodistas. Los compradores han anunciado el despido del 70% de la plantilla, que quedará en 50 trabajadores, 30 de ellos reporteros. Estos deberán mantener la web actualizada desde las seis de la mañana hasta las once de la noche.

Con la portada negra, una llama de fuego en la parte inferior y el título 'La Tribune se despide de ustedes', la directora del diario, Valérie Decamp, explicó en el último ejemplar que la crisis del sector se ha traducido, entre otros problemas, en la "erosión de las ventas", la "caída de la publicidad" y los "altos costes de la distribución".

Durante sus 27 años de cita con los quioscos, La Tribune ha tenido seis propietarios distintos. En 1993, cuando ya atravesaba graves dificultades, se hizo con su control el gigante mundial del lujo LVMH, que no consiguió sanear las cuentas. En 2007, LVMH optó por adquirir el gran competidor de La Tribune, Les Echos, y vendió el primero al grupo del empresario especializado en productos de bajo coste Alain Weill, que tenía la intención de integrarlo en un programa de sinergias con sus emisoras de radio y canales de televisión.

Al fracasar, y pese a contar con estrellas como Erik Izraelewicz, hoy director de Le Monde, Weill prefirió abandonar y cedió el 80% del capital a la directora por un euro en la primavera de 2010.

A partir de entonces, cuando esta publicación vendía 66.000 ejemplares diarios -que llegaron a ser cerca de 105.000 en el año 2000-, su caída ya fue imparable.

Una historia triste para el pluralismo informativo y parecida a la de France-Soir, fundado en 1944 y que abandonó el mes pasado su edición en papel. La dirección ha anunciado que mañana despedirá a 89 personas sobre una plantilla de 127 trabajadores.

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