Spanair precipitó el cierre porque no tenía dinero ni para combustible
La aerolínea dice que paró de volar "por seguridad" - Acumulaba más de 300 millones en deudas - Los sindicatos temen que falten fondos para sus nóminas
La ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguró ayer que tuvo que llamar personalmente a los responsables de Spanair para enterarse de qué estaba ocurriendo en la empresa. La falta de capital de la compañía no era un secreto, pero para lo que nadie estaba preparado era para que la aerolínea dejara de operar en solo unas horas. ¿Por qué el cese fue fulminante y la empresa anuló sus vuelos incluso antes de solicitar un proceso concursal? La compañía dice que lo hizo "por seguridad", ya que los trabajadores "estaban nerviosos". Según varias fuentes del sector, Spanair no tenía liquidez para pagar combustible o tasas.
"Le quedaba caja como mucho para dos días de combustible. Y, por sus problemas de liquidez constantes, tenían que pagar al contado porque no disponían de líneas de crédito ni de seguros contra la subida del precio del petróleo", señalan fuentes del sector aéreo. La compañía estaba al límite, aunque se esperaba que alguien la rescatara en el último minuto, señalan otras fuentes cercanas al gabinete de crisis que se organizó tras conocerse la posible quiebra.
La compañía asegura que pagará una parte de la nómina de enero
La compañía no tenía ni solvencia ni liquidez. Acumula deudas por al menos 300 millones de euros, entre los que están los 50,9 millones de un crédito participativo con las entidades y el ICF (que añadió 10,9 millones tras la ronda bancaria) y otros 168 que adeudaba a su socia y antigua propietaria, SAS. Además, a finales del año pasado la Generalitat intermedió para lograr otro crédito participativo de 56 millones.
Los gastos del día a día eran un problema desde hace tiempo. Cuando el Gobierno de CiU llegó al poder en diciembre de 2010 aprobó un crédito de urgencia para Spanair de 10,9 millones. Según explicó el propio portavoz de Gobierno, Francesc Homs, dijo que "o actuaba el Gobierno catalán o Spanair caía". Según fuentes del Ejecutivo, en aquel momento la compañía "ya no tenía dinero ni para combustible". Además, según la memoria de sus cuentas de 2010, la empresa arrastraba deudas con la Seguridad Social por los últimos cuatro años de 13,3 millones de euros y había establecido un calendario de pagos pendientes. También arrastraba deudas con proveedores superiores a 40 millones.
La versión oficial de Spanair, sin embargo, es que la decisión de Qatar Airways de no entrar como socio fue la puntilla para la compañía. Pero el hecho de cerrar sus vuelos de manera tan abrupta se debió a que, una vez hecha pública la noticia de que la Generalitat no salvaría más a la empresa, pilotos y personal de cabina estaban demasiado nerviosos y podían poner en peligro los vuelos, explican.
La Generalitat se enfrenta ahora a un triple conflicto. Por una parte, sus servicios jurídicos están ya estudiando cómo actuará ante el concurso de acreedores, ya que en principio deberá acudir tanto del lado de los acreedores como del lado de los deudores, por sus inversiones a través de empresas públicas. Pero además, se abre otro frente: los trabajadores, cuyo futuro es más que incierto, piden responsabilidades al Gobierno catalán, en tanto que ha sido el máximo apoyo de la aerolínea.
Aunque hace unos meses hubo algún retraso, Spanair ha estado hasta ahora al corriente de pago a sus más de 2.000 trabajadores de plantilla. Pero los sindicatos temen que, tras el cese de la actividad, la aerolínea no tenga fondos para pagar las nóminas. Ayer la empresa explicó que les ingresará 1.000 euros en concepto de una parte de sus sueldos de enero.
El presidente del comité de empresa de Spanair en Cataluña, Jordi Mauri (USOC), asegura que "los últimos inputs indican que no hay dinero en la caja". "Sabemos que incluso se han pedido préstamos para pagar nóminas y combustible", mantiene. El problema es que, 48 horas después de la suspensión de los vuelos del pasado viernes por la noche, ayer por la tarde los trabajadores seguían sin tener comunicación oficial sobre la situación de la empresa.
"Ha habido algún contacto informal, pero oficialmente no nos citarán hasta la semana próxima", lamentó ayer Mauri. En la misma línea se expresó el representante de UGT, Javier Extremera, responsable del sector aéreo y añadía otro punto: "Si no hay fondos, la Generalitat tendrá que hacerse cargo".
Las consecuencias políticas
Las inversiones públicas en la aerolínea Spanair comenzaron en Cataluña con el Gobierno tripartito de 2009, formado por PSC, ERC e ICV. Cuando CiU llegó al poder a finales de 2010 aceleró la concesión de ayudas, y la oposición no se mostró contraria.
Tras el cese de operaciones, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha señalado que llevará al Parlamento catalán el cierre de Spanair y el fracaso de las negociaciones para buscar socio. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) culpa del cierre al Estado, que "bloquea" la posibilidad de que El Prat prospere con vuelos internacionales.
Los últimos viajeros de África
Un segundo avión de la compañía Vueling con pasajeros afectados por el cierre de Spanair procedente de Malí y Gambia aterrizó ayer por la tarde en El Prat de Llobregat (Barcelona).
Fuentes del aeropuerto confirmaron a Efe que este es el último grupo de pasajeros que se habían quedado sin poder viajar tras la suspensión de operaciones. El vuelo despegó a mediodía desde Bamako (Malí) e hizo escala en la capital de Gambia, Banjul, para que subieran a bordo los pasajeros que no habían podido embarcar en el avión de Vueling. Los afectados no han tenido que pagar un nuevo billete.
Los derechos de los consumidores
La organización de consumidores Facua reclamó ayer un cambio legal urgente que obligue a las compañías aéreas a depositar fianzas para que los usuarios puedan recuperar su dinero y cobrar las correspondientes indemnizaciones en caso de quiebra, como ya ocurre en el sector de las agencias de viajes.
En un comunicado, Facua subrayó que la compañía aérea vendió billetes hasta poco antes de anunciar el cese de su actividad y, además, se desentendió de sus pasajeros, incumpliendo el reglamento europeo que la obliga a reubicarlos en vuelos de otras compañías.
2.000 quejas de los afectados
Los pasajeros afectados por la crisis de Spanair han presentado ya más de 2.000 reclamaciones ante AENA y la oficina de consumo de la Generalitat de Cataluña. Desde que Spanair anunció a última hora del pasado viernes la suspensión de sus vuelos y hasta ayer por la mañana, 700 viajeros han presentado reclamaciones en el aeropuerto de Madrid, 117 en el de Tenerife Norte, 110 en Valencia y 68 en Sevilla y Barcelona, según fuentes de AENA.
Además, en la Oficina de Consumo de la Generalitat, ubicada en el aeropuerto de El Prat de Barcelona, se han contabilizado 534 quejas.
El futuro de los responsables
Ferran Soriano, presidente de Spanair, había recibido solo unos días antes de conocerse la quiebra de la aerolínea una propuesta del Manchester City para ser el director ejecutivo del club inglés. Ahora mismo, este club es el más poderoso económicamente de la Premier.
Soriano recibió la oferta y comenzó a estudiarla, junto a otras. Sin embargo, fuentes cercanas al antiguo vicepresidente del Barça explicaron hace cuatro días que había decidido esperar para discutir las propuestas "hasta que quedara solucionada la compleja situación que atraviesa la aerolínea Spanair".
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